Novedades editoriales

30 de diciembre de 2014

Min Project


Presentación

El “Min Project” es un proyecto italo-español en cooperación con Egipto que tiene como objetivo el estudio y publicación de la tumba TT 109, junto con su extensión, la Kampp -327-, ambas en la Necrópolis de Tebas, en la orilla oeste de la ciudad de Luxor.

La primera de ellas, la de Min, nunca ha sido examinada en detalle ni sistemáticamente estudiada, aunque viajeros como Champollion, Burton, y Rosellini, copiaran algunas escenas e inscripciones hoy parcialmente desaparecidas. Es por ello que, a día de hoy, ninguna publicación global de este complejo funerario ha visto la luz.

Las copias epigráficas más antiguas se realizaron entre 1887 y 1889, sin contar con las ventajas de la fotografía en color y las modernas técnicas de documentación. Desgraciadamente, a través de los años, el emplazamiento ha sufrido intermitentes intentos de vandalismo, además de verse gravemente erosionada, lo que ha puesto en peligro la decoración de sus paredes con el consecuente riesgo de desmoronamiento.



Nuestro trabajo consistirá en la copia y estudio de las inscripciones y las escenas con el objetivo de realizar un análisis de la tumba en su conjunto, además de la limpieza, consolidación y conservación de la estructura arquitectónica junto a la decoración parietal. De este modo, prepararemos el monumento para una eventual apertura al público.


Este proyecto está en manos de la Misión Arqueológica Canaria-Toscana en cooperación con el Ministerio de Estado de Antigüedades de Egipto. El equipo está dirigido por la Dra. María Milagros Álvarez Sosa y el Dr. Abd el Hakim Carrar. Deseamos expresar nuestro agradecimiento especial al Minister of State for Antiquities (MSA) y al Inspectorado de Antigüedades en la Ribera Oeste de Luxor, por su sostén y asistencia. También queremos dar las gracias a muchas otras instituciones y asociaciones por su respaldo y generosa ayuda.

Min

El propietario de la TT 109, Min, fue alcalde de Tjeny (Tinis) y del Oasis, Supervisor de los profetas de Osiris y Onuris, además de tutor de Amenhotep II durante el reinado de Thutmosis III (Dinastía XVIII). Desafortunadamente, conocemos poco sobre su familia, aunque sabemos que su madre se llamaba Say y sus hijos Senty (llamado Iuty) y Sebekmose.


La importancia de Min, tutor del futuro rey Amenhotep II, la podemos constatar en la pared sur de la sala transversal de la tumba, donde aparecen dos escenas: una que muestra a Min con el príncipe en su regazo siendo aún un niño, y una segunda en la que aparece enseñando al príncipe cómo disparar con arco. Los textos que aluden a esta última escena la describen como una lección de arquería en la corte del palacio de Tinis, indicándonos que el príncipe debió pasar algún tiempo en la casa de su tutor. Esta imagen es de una relevancia especial porque nos proporciona un aspecto concreto de los deberes propios de un tutor real. Por otra parte, estos relieves nos indicarían que Min debió morir antes de que Amenhotep se convirtiera en rey y que, por tanto, no llegó a ver cómo su pupilo alcanzaba el trono (Amenhotep aparece sólo como un niño al que se le denomina como sA nswt “hijo del rey”).


La importancia de Min también se revela en los numerosos títulos que ostentó y que lo sitúan como un personaje importante en tiempos del rey Thutmosis III, pues aparte de los citados fue también Portador del sello del Rey del Bajo Egipto, Supervisor del ejército de la ribera oeste, Jefe administrador del Señor de las Dos Tierras, Jefe Supervisor del Sur, además de escriba.

La tumba

La tumba de Min (TT109) se localiza a los pies de Sheikh Abd el-Gurna, área de la necrópolis tebana en la orilla Oeste del Nilo. A pesar de los títulos que conectan a Min con el nomo de Tinis (Alcalde, Supervisor de los profetas de Onuris [jefe del dios de esta ciudad], Alcalde del Oasis, Supervisor de los cantantes, administrador y Jefe del festival de Osiris) y que sugieren una relación cercana con el centro de culto de este dios en Abidos, éste es únicamente conocido por su tumba en Tebas y la información que nos proporcionan algunos conos funerarios encontrados en ella.


La estructura de la tumba consiste de un patio, una sala transversal con pilares, y tres capillas abiertas en su lado norte. El primer plano que conocemos de esta sepultura aparece en Virey (1888-1889), en el que solamente una de las citadas capillas aparece. Un segundo más completo nos lo ofrece Porter y Moss (1960), incorporando otra de las capillas (la lateral), de diferentes proporciones y ausente en la publicación de Virey. Actualmente, el plano más completo presentando más detalles del complejo arquitectónico (añade la capilla central) se encuentra en la publicación de F. Kampp (1996).


Las paredes están en parte decoradas con relieves y otra parte de su superficie pintada, como es habitual en otras tumbas en el área de Sheikh Abd el-Qurna. Las descripciones más antiguas sobre la decoración de la TT 109 aparecen en los dos artículos de Virey (1888-1889); mientras que la primera imagen que (se publicó en laDescription de l´Egypte (1809-1829), la cual hemos convertido en nuestro logo: el príncipe Amenhotep (futuro rey Amenhotep II) aprendiendo a disparar con arco bajo la supervisión del propio Min.

Localización


Información


26 de diciembre de 2014

Proyecto dos cero nueve


Objetivos generales

La experiencia investigadora de los integrantes del grupo condujo a que emprendiésemos un proyecto que se centrara en el Periodo Tardío de la civilización egipcia, preferentemente en torno a las dinastías XXV –kushita– y XXVI –saita–. Su ubicación en Luxor resultó más accidental. En los años previos al inicio del proyecto ya habíamos trabajado en la necrópolis de esta ciudad que es, al mismo tiempo, el lugar del Alto Egipto con un mayor número de testimonios de la cronología buscada. Iniciar un proyecto en torno a un yacimiento tebano se convirtió en la prolongación evidente de nuestros trabajos de investigación precedentes.

La elección de la TT 209 se debe a que a través de ella se puede iniciar un proyecto multidisciplinar en el que combinar un alto número de intereses e investigadores. Las razones están, así, relacionadas con problemas históricos surgidos al hilo de la investigación reciente sobre la Tebas tardía, problemas surgidos en torno a la cronología de las tumbas templo del Asasif Sur, la titulatura del propietario de la TT 209, la arquitectura de ésta o su emplazamiento:



-Razones históricas: la TT 209 se ubica en el lado norte del uady que separa las laderas de Hurubat y Rasailya. Las tumbas ubicadas en el lado meridional se construyeron para altos dignatarios de las dinastías XXV (Karabasken y Karakhamani) y XXVI (Irtieru y Ankhefendjehuty, además de la reutilización de las dos anteriores). El equipo que excava este grupo de monumentos, el South Asasif Conservation Project, ha propuesto que las dos primeras son las más antiguas construidas en Tebas por los funcionarios ligados a la dinastía kushita, lo que ha provocado un debate sobre el orden de construcción de las tumbas templo tebanas. Uno de nuestros objetivos es ubicar la TT 209 en esa secuencia constructiva y, por extensión, de altos cargos tebanos (véase el apartado dedicado a la cronología de la tumba).

-Razones prosopográficas: la tumba se atribuye a un personaje a quien se denomina Seremhatrekhyt. Este término es, en realidad, un título administrativo documentado desde el Reino Medio. En el Periodo Tardío fue detentado por algunos de los más altos dignatarios de la corte kushita y saíta de las Esposas de Amón en Tebas. Con el estudio de la TT 209 intentamos encontrar a otro individuo que ocupó este cargo poco conocido –aparentemente manifestándolo de forma muy significativa, pues es la parte de su titulatura que ha sido identificada con más facilidad–. Pretendemos así analizar cómo se integra en la titulatura de este nuevo personaje y por comparación, aportar datos para su análisis en los demás funcionarios que lo desempeñaron. El estudio de la tumba supone, al mismo tiempo, la oportunidad para intentar identificar el verdadero nombre de su propietario.


-Razones arquitectónicas: en principio, difiere de la planta típica de las tumbas templo tardías. Por esta razón era importante, primero, completar la información planimétrica publicada y, por otra, comprobar la posible existencia de algún tipo de superestructura. Además, por su ubicación dentro de un uadi, se hacía urgente documentarla mejor antes de que se cubriera definitivamente y quedase muy desfigurada por las riadas periódicas.

-Análisis de la integración de la tumba en su entorno natural, social y religioso (tanto cultual como funerario). Pretendemos aplicar los postulados de la Arqueología del paisaje y entender, primero, por qué se ubicó en un uady y qué información paleoambiental nos puede proporcionar su excavación; en segundo lugar, analizar cómo se integraba en una zona de posible significado religioso, pues se emplaza bajo una explanada que ha sido interpretada como la calzada hacia una tumba real inacabada del Reino Medio, la de Amenemhat I (según Do. Arnold) si es que alguna vez esta vía estuvo en uso o lo estuvo coetáneamente a la construcción de la TT 209; por último, cómo se relaciona esta con la necrópolis de sacerdotes y dignatarios de las dinastías XXII y XXIII que cubrió la parte occidental del Ramesseum.


Por el momento hemos desarrollado tres campañas de excavación. La primera tuvo lugar en julio de 2012. La segunda estaba prevista para el verano de 2013, pero hubo de ser retrasada por la inestabilidad política en el país; finalmente se hizo desde finales de diciembre de ese mismo año y se prolongó durante un mes. La tercera se ha desarrollado entre el 30 de abril y el 9 de junio de 2014.

TT209

La TT (tumba tebana) 209 es una tumba del Periodo Tardío situada en la Orilla Occidental de Luxor, Egipto. Fue construida en el wadi que delimita por el norte el sector de la necrópolis tebana conocido por los arqueólogos como Asasif Sur. Este nombre le fue dado por R. Lepsius en la década de 1840; en realidad, los habitantes de Gurna le daban otros diferentes mientras vivían allí pues, como es bien conocido, fueron expulsados de la zona entre 2007 y 2008: Khatasum era la denominación del propio wadi, Hurubat el nombre genérico del conjunto de aldeas que se encontraba en la zona sureste de la colina de Sheykh Abd el-Gurna y Nag’ al-Rasayla era el nombre específico de la gran mansión y sus dependencias aledañas que se encontraba al sur del wadi. Esta recibe el nombre por la familia de los Abd el-Rasul que la habitaban desde fines del s. XIX.

No se ha reconocido, por ahora, ninguna noticia del monumento en narraciones de viajeros o en las obras de los primeros egiptólogos del siglo XIX. La primera referencia conocida a la tumba es la noticia de los primeros trabajos de excavación realizados por R. Mond a comienzos del s. XX y que quedaron inéditos: nunca se publicaron los resultados salvo alguna referencia muy breve.


La ubicación en un wadi no es algo habitual. Uno de los objetivos del proyecto es, precisamente, explotar esa situación para estudiar cuestiones ligadas al paisaje ritual de la región. Tumbas de una cronología algo anterior, de las dinastías XXI y XXII, fueron excavadas por un equipo alemán en la década de 1920 más abajo en el wadi, en torno a la zona de unión de este con el Ramesseum. En consecuencia, la TT 209 parece prolongar hacia el interior del desierto un uso más antiguo del wadi como necrópolis.

La información disponible sobre la TT 209 cuando se inició nuestro proyecto era muy escasa. La carencia más significativa era la del nombre de su propietario, pues se atribuía a un tal Seremhatrekhyt. Sin embargo, entonces ya sabíamos que este término es un título administrativo y, por tanto, ése era el cargo de quien encargó excavar la tumba, pero no su nombre propio. Durante nuestra segunda campaña de excavaciones identificamos una inscripción en la que se le denomina njs-m-r, Nisemro, un nombre que ha sido confirmado por otros textos aparecidos después.

En cuanto a la cronología de la tumba, la bibliografía atribuía su construcción a alguien que habría vivido bajo la Dinastía saíta. Sin embargo, no se daba una explicación satisfactoria a esta fecha. Por su ubicación, nosotros propusimos, al iniciar el proyecto, que había que tener en cuenta también la posibilidad de que pudiera ser de los últimos momentos de la denominada Dinastía XXIIA tebana o inicios de su sucesora, la XXV (en torno al s. VIII a.e.). Las inscripciones halladas y, sobre todo, un relieve del propietario, han confirmado esa posibilidad y hoy no hay duda de que su propietario era de origen nubio y que la tumba debe fecharse en la Dinastía XXV.


En el dibujo de la planta realizado por D. Eigner puede apreciarse cómo el monumento se compone de una sucesión de los siguientes elementos:


-Un patio a cielo abierto; nuestras campañas han descubierto que es más ancho que el que aquí se representa, rodeado de muros de adobes y que en él se abre una rampa monumental con escalera en la parte central que conduce hacia las cámaras subterráneas;

-Una sala transversal, un espacio que es típico en las tumbas tebanas del Reino Nuevo, pero no del Periodo Tardío; durante nuestra tercera campaña hemos descubierto una puerta en la pared occidental, no representada en este plano, que aún no sabemos hacia qué espacio conduce;

-Una sala hipóstila con cuatro pilares, que es la forma que adopta la segunda sala en la mayoría de las grandes tumbas del Periodo Tardío;

-Una antecámara, de la que sale un pozo funerario en el plano de R. L. Mond pero no en este de D. Eigner, y que da acceso a

-Dos cámaras funerarias, a ambos lados del eje central, lo que es de nuevo una disposición anómala en comparación con el resto de las tumbas tardías;

-Una de estas cámaras contiene otro pozo con cámara lateral.

Trabajos en la TT 209 anteriores al proyecto

No se ha reconocido, por ahora, ninguna noticia del monumento en narraciones de viajeros antiguos o en las obras de los primeros egiptólogos del siglo XIX.



La primera referencia que permite saber que la tumba había sido identificada está en un artículo de Robert L. Mond quien en su primera estancia en Egipto trabajó en varios lugares de la orilla occidental en Luxor. No le dedica más que un párrafo en el que señala que en 1902 había excavado dos pozos funerarios que había encontrado vacíos y que en el invierno de 1903/1904 había recogido una mesa de ofrendas y varias figurillas funerarias de un hombre llamado Padiamon. La mesa está representada en un dibujo muy esquemático que permite saber que apareció en lo que hoy identificamos como la Sala transversal, de donde deducimos que se ocupó de ella en esa segunda campaña. La presencia de figurillas con el nombre mencionado no es concluyente, pues al no haberse encontrado, aparentemente, en los pozos, puede tratarse de una ocupación posterior o no pertenecer al propietario principal. Quizás esto es lo que condujo a R.L. Mond a no identificar la tumba más que como la que se encuentra "cerca de la casa de los Abd el-Rasul”.


Pocos años después, Alan Gardiner y Arthur Weigall entraron de nuevo en el hipogeo. Sin embargo, nada ha sido publicado de sus actividades en él. Podemos asumir que realizaron algún tipo de trabajo epigráfico, pues en su catálogo de las tumbas privadas de Tebas dan un nombre para el propietario: Hatashemro. No dan indicaciones de dónde lo leyeron ni otra información adicional.

Algunas décadas después, Alexandre Stoppelaere retomó las actividades en la tumba (¿o sólo recogió en El Cairo la información obtenida previamente por A. Gardiner y A. Weigall?) y dibujó un plano completo de las salas interiores en el que también se señala la ubicación precisa de las inscripciones en que se lee el nombre del propietario. Proporcionó esta información a B. Porter y R. Moss que la incluyeron en su Topographical Bibliography.


Tras ellos, solo tenemos noticia de la entrada en la tumba de Diethelm Eigner. En su libro, fundamental para conocer el desarrollo de las tumbas monumentales tebanas del Periodo Tardío, hace una brevísima descripción de lo que pudo reconocer y, sobre todo, proporciona el plano más detallado hasta el momento del hipogeo. La planta y la sección que publicó son la base inicial de nuestro trabajo. No da ninguna información sobre textos, relieves u otros detalles que no sean los puramente arquitectónicos; sin embargo, esto es algo bastante habitual en sus descripciones de las tumbas-templo en su obra, por lo que no podemos sacar ninguna conclusión de este silencio.

Localización


Información

21 de julio de 2011

Proyecto Monthemhat


En el año 2006, la Institución Internacional SEK firmó un convenio de colaboración con la Universidad de Tübingen, Alemania, con el objetivo de entregar a sus alumnos y profesores universitarios de todo el mundo, la posibilidad de realizar pasantías en el yacimiento arqueológico de Luxor, Egipto, cuyo estudio, excavación y restauración está a cargo de la Universidad de Tübingen, Alemania, bajo la dirección de su arqueólogo especialista en egiptología , Farouk Gomaà, en conjunto con el Servicio de Antigüedades de Egipto.

De esta manera, y sólo pagándose su pasaje aéreo hasta Madrid (nuestra Institución financia el pasaje Madrid-Luxor, así como la estadía completa, que se extiende durante un mes), tanto los alumnos destacados, como los profesores de las carreras de Arqueología y Conservación y Restauración de Bienes Culturales de nuestra Universidad en Chile, tienen la posibilidad de participar en este importante proyecto denominado “Proyecto de Investigación y Restauración de la Tumba de Monthemhat, TT34” en Luxor, uno de los lugares arqueológicos más importantes del mundo.

Es por ello, que nuestra participación en dicho proyecto significa un orgullo como Institución y nos eleva a la vanguardia de la Investigación en dicha área. Para nuestros alumnos representa una oportunidad única de conocer una de las civilizaciones más importantes de la Humanidad y trabajar junto a profesionales de todo el mundo en la investigación y restauración de un yacimiento arqueológico egipcio, viviendo en terreno la Arqueología.



Por su parte, nuestros profesores participan en un interesante proyecto de investigación, aportando sus propios conocimientos y aprendiendo en terreno, y junto a colegas de todo el mundo, técnicas de investigación arqueológicas y de restauración. Experiencia, capacitación y nuevos conocimientos que transmitirán a sus actuales alumnos y a las generaciones que vendrán.

Historia

El yacimiento corresponde a la tumba de Monthemhat, quien fuera alcalde de Tebas y gobernador del Alto Egipto, durante la Dinastía XXVI del Imperio Nuevo de Egipto (s. VII a.C.).

La tumba TT34 de Monthemhat se encuentra situada en Al-Assasif, Luxor, una zona desértica de formaciones rocosas de piedra caliza.

Es la más grande de toda la necrópolis tebana, superando en dimensiones a las tumbas de los grandes reyes. Todas sus cámaras son interiores, excepto la rampa de acceso y dos patios, abiertos en su parte superior. Hasta la fecha no ha sido encontrada la cámara funeraria del propio Monthemhat, quedando todavía por investigar pozos en la parte más profunda de este complejo.

Este conjunto funerario fue saqueado y reutilizado como cementerio y hábitat, y una vez abandonado, los dos patios abiertos fueron sepultados bajo la arena.

En el siglo XX comenzaron las tareas de excavación y en la década de los 80’ se iniciaron los primeros trabajos de restauración.

Trabajos en la zona

En dicho lugar y durante un mes completo, nuestros alumnos pueden participar junto a arqueólogos de todo el mundo, tanto en las excavaciones en los

entornos de la tumba, así como en el interior de la misma, restaurando pinturas murales e inscripciones jeroglíficas de murallas y pilares.


En las excavaciones, deben hacerse cargo de los hallazgos tanto de evidencias de cultura mueble (cerámicas, piezas arqueológicas varias) que serán objeto de un estudio y descripción exhaustiva, como de restos orgánicos. Por ejemplo, restos óseos humano que suelen recibir un embalado individualizado, estableciendo una división entre cabeza, tronco y extremidades, con el objeto de facilitar su reconstrucción anatómica en el laboratorio.

Los trabajos de restauración representan una dura tarea, considerando que la Tumba ha sido afectada por el gran contenido de sales solubles, por la acción de radiación solar, cambios bruscos de humedad y temperatura, erosión de viento y alteraciones de causa biológica, entre otros elementos de alteración.

Para su tratamiento, se utilizan métodos de limpieza láser, mecánico- química, engrasado con resinas acrílicas, relleno o inyectado con morteros y resinas específicas de restauración, adhesión de fragmentos con adhesivo nitro celulósico, entre otros métodos.

Información

Web del proyecto

13 de mayo de 2011

Proyecto del templo de Tutmosis III


El proyecto

El proyecto de excavación, restauración y puesta en valor del templo funerario del faraón Tutmosis III comenzó en el año 2008 y es fruto de la cooperación entre el Servicio de Antigüedades Egipcias y la Academia de Bellas Artes de Sevilla.

El equipo está dirigido por la Dra. Myriam Seco Álvarez y el Dr. Nur Abd el Gafar Mohamed. Ambos coordinan las investigaciones en el templo de Millones de Años de uno de los faraones más importantes que tuvo Egipto, considerado como el “Napoleón” egipcio.



Desde los primeros momentos el proyecto ha estado apoyado por la Embajada de España en Cairo y cuenta con la financiación de la FUNDACIÓN BOTÍN y BANCO SANTANDER. Desde 2013, CEMEX patrocina el proyecto. Gracias a estos dos patrocinadores se ha podido trabajar durante tres meses para redescubrir este templo, que había sido olvidado desde los trabajos de Ricke en los años 30.

Se ha establecido un convenio de colaboración con las Facultades de Bellas Artes y Arqueología de la Universidad de Granada, para que alumnos de Posgrado realicen las prácticas en el yacimiento. Al mismo tiempo, y en colaboración con Santander Universidades (Banco Santander), se llevan a término in situ cursos de formación práctica y técnica impartidos por profesores de la Universidad de Granada y dirigido a los inspectores del Servicio de Antigüedades, para fomentar así la cooperación cultural entre Egipto y España.



También estamos colaborando con los laboratorios de materiales y de topografía de la Universidad Politécnica de Cataluña. Los trabajos de topografía consistirán en llevar a cabo restituciones fotogramétricas de las estructuras del Templo Funerario de Tutmosis III y por parte del laboratorio de materiales se estudiarán los distintos materiales utilizados en la ejecución del Templo.

Queremos agradecer al Secretario General del Servicio de Antigüedades Egipcias, el apoyo y la confianza que ha depositado en nosotros para efectuar este trabajo.

Tutmosis III

Tutmosis III (1490/68-1436 a. C.), hijo de Tutmosis II e Isis, una esposa secundaria, fue uno de los reyes más importantes de toda la historia de Egipto. Su padre murió prematuramente cuando él era un niño y ello motivó una regencia dirigida por Hatshepsut, media hermana y esposa principal del faraón difunto. Años más tarde, la regente se autoproclamó “rey” y gobernaría Egipto durante un largo período de tiempo. Poco se sabe sobre el joven príncipe durante esa época, aunque algunas informaciones señalan que a finales de la misma comandaba tropas para reprimir rebeldes.

Tras la desaparición de Hatshepsut, y sin apenas tiempo para la coronación, el joven rey condujo al ejército para aplastar una coalición de ciudades y territorios asiáticos en la estratégica ciudad de Meguiddo. Allí conseguiría un gran triunfo sobre el enemigo y posteriormente diseñaría un ambicioso programa de conquistas, dividido en cuatro fases que englobarían hasta dieciséis campañas:


Conquista de las costas de Siria y Palestina y consolidación de posiciones.

Conquista de la ciudad de Qadesh, cuyo gobernante había sido uno de los impulsores de la hostilidad contra Egipto.

Ofensiva contra el reino de los mitannios. El ejército del faraón cruzaría el Éufrates para escarmentar a los dirigentes de la otra potencia política de aquella época.
Fronteras en Siria central y defensa de las mismas ante sublevaciones y actos hostiles de los mitannios.

Simultáneamente a la ofensiva asiática, el faraón trasladó los límites de Egipto hasta la cuarta catarata del Nilo. Con el fin de preservar tan vastas conquistas, Tutmosis III dedicó especial atención a la diplomacia y a las cuestiones administrativas:

En los territorios nubios la figura del gobernador, conocida como virrey de Kush, aumentó notablemente su radio de acción en una zona que había sido dividida en dos provincias: Nubia y Kush. El objetivo prioritario de la autoridad egipcia era garantizar la llegada de oro y productos exóticos del centro de África, con lo cual las guarniciones controlaban el curso del Nilo y enclaves estratégicos en el desierto.

En las posesiones asiáticas se efectuó un sistema similar al anterior. Fuentes posteriores citan tres provincias: Amurru, Canaan y Upe. Cada una tenía un gobernador que estaba al frente de pequeñas guarniciones acantonadas estratégicamente. Su función esencial era la recaudación de tributos consistentes básicamente en productos manufacturados, delegando en los jefes locales las demás responsabilidades. El primer gobernador egipcio en tierras asiáticas fue el general Djehuty, hombre de confianza de Tutmosis que devendría mítico.


Los gobernantes foráneos estaban obligados a enviar a sus hijos a la Corte egipcia para que recibieran una educación adecuada y pudieran ser utilizados como rehenes si se producían rebeliones.

En cuanto a política interior, Egipto estaba dividido en dos grandes unidades administrativas: el territorio del norte, que abarcaba el delta y parte del Egipto central hasta Assiut, y el del sur, que incluía el resto del país hasta Elefantina. Al frente de sus respectivas administraciones había un visir, considerado jefe ejecutivo de la Casa Real.

Tutmosis III tuvo dos esposas principales: Satiah y Merytre Hatshespsut, la cual sería madre de su sucesor, el príncipe Amenofis. Se han conservado fuentes escritas sobre ambas. Asimismo, cabe recordar la tumba intacta de la necrópolis tebana donde se encontraron tres esposas asiáticas de rango inferior a las anteriores: Menhet, Menui y Merti.

La actividad constructiva de este faraón se vio favorecida por su longevidad y la cantidad de riquezas que acumuló Egipto bajo su reinado. Hay constancia de que se levantaron templos por todo el país. Algunas de sus obras más significativas se encuentran en Karnak, donde construyó, entre otros monumentos, el célebre Akh Menu y el séptimo pilono. Pero también en el oeste de Tebas se erigieron joyas arquitectónicas, como su propio Templo de Millones de Años, un templo en Medinet Habu y otro en Deir el-Bahari. Fuera de la capital hay evidencias escritas o arqueológicas sobre sus templos en muchos lugares, siendo algunos de los más representativos: Buto, Heliópolis, Armant, El Kab, Elefantina, Amada o Semna.

Mención especial merece su tumba del Valle de los Reyes. Las paredes de la antecámara, con un catálogo de divinidades escrito en cursivo, y de la cámara funeraria, cuya forma de cartucho alberga una versión completa del Amduat (“Libro de lo que hay en el Mundo Subterráneo”), aportan mucha información sobre la religión egipcia.

Tutmosis III no se dedicó solamente a la política. Para él los ancestros eran importantes y así lo demuestran fuentes que indican cómo honró la memoria de su padre, Tutmosis II, y de su abuelo, Tutmosis I. Yendo incluso más allá, bajo su reinado se elaboró una lista de reyes y se rindió homenaje a Sesostris III, un gran faraón que en el pasado había extendido las fronteras de Egipto por territorio nubio.

Desde el punto de vista cultural, este faraón tuvo especial interés por aspectos de botánica y zoología, según demuestran las paredes del conocido como “jardín botánico” de Karnak, que presentan plantas y animales que llegaban a Egipto desde tierras foráneas.

La talla política de este soberano sería recordada durante siglos. El faraón Seti I, padre del célebre Ramsés II, siguió pautas estratégicas que ya había marcado Tutmosis III, y, a lo largo de los siglos, se elaboraron millares de escarabeos que portaban su nombre de entronización: Men-kheper-Re.

El Templo

El principal objetivo de los trabajos en el templo funerario de Tutmosis III es ir más allá de las investigaciones iniciadas por los investigadores anteriores como Daressy, Weigall y Ricke, con el fin de llegar a comprender mejor el complejo funerario, aplicando nuevas técnicas y tecnología. De esta manera se conseguirá recuperar un templo que había quedado enterrado en la arena debido al paso del tiempo.


Se trata de un templo excavado en la montaña, construido en tres terrazas a diferentes niveles, sobre una necrópolis de un período anterior, cuyo estudio ayudará a determinar. En el yacimiento observamos dos fases constructivas: la primera era un complejo funerario formado por un templo dedicado al dios Amón y rodeado por un muro perimetral de adobe. El templo disponía de una rampa principal en el centro para acceder a un pórtico formado por 10 pilares, que probablemente tenían estatuas osiríacas del faraón. Muy similar a lo que tenemos en Deir el Bahari. Tras este pórtico se accedía al peristilo o patio descubierto rodeado por columnas. Detrás estarían las cámaras que formaban la sala hipóstila. Al fondo se encontraba el santuario, con la capilla dedicada a la Barca de Amón en el centro elaborada en piedra caliza, otras dos capillas al norte, una de ellas dedicada al dios solar. Al sur al menos una de las capillas era abovedada, fue construida en piedra arenisca y contenía un texto funerario que decoraba el techo según demuestran numerosos fragmentos.


En una segunda fase constructiva se amplió el templo en diversas zonas. Una de esas intervenciones se llevó a término en el pórtico de la terraza alta, la cual fue proyectada hacia el este. También se avanzaron las fachadas. La ampliación del templo hacia el este implicó la continuación del muro perimetral hasta crear una zona de patio y un pilono de entrada. Por último fue abierta una segunda puerta en el sector meridional del muro perimetral este. Esta segunda entrada daría paso a unas capillas dedicadas a la diosa Hathor, construidas en dos niveles distintos. Estas capillas estaban situadas al sur del Templo de Amón siguiendo una configuración similar al Templo de Millones de Años de la Reina Hatshepsut en Deir el Bahari.


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12 de mayo de 2011

Proyecto Sen-En-Mut


El Instituto de Estudios del Antiguo Egipto (I.E.A.E.) es una institución científica, sin ánimo de lucro, constituida en Madrid, en Junio de 1997, dedicada a la investigación, preservación, conservación y divulgación del patrimonio del Antiguo Egipto.

Dentro del cumplimiento de uno de los principales fines para los cuales se fundó, el I.E.A.E., ha estado especialmente comprometido, desde su inicio, con las tareas de conservación del patrimonio arqueológico de las culturas del antiguo Egipto.

En el desarrollo de estas tareas, el I.E.A.E., ha concebido, previa invitación de las autoridades competentes, la elaboración de un proyecto de adecuación y presentación de uno de los monumentos más destacables entre las tumbas de particulares ubicadas en la necrópolis de la antigua ciudad de Tebas (Luxor).



Se trata de la TT 353, uno de los dos monumentos que el arquitecto Jefe de la reina Hatshepsut (1473-1458 a. de C.), se hizo excavar.

Descubierto por Herbert Winlock en Enero del año 1927, y situado en la parte exterior de la esquina noreste del templo de la reina Hatshepsut, en Deir El Bahari, el hipogeo fue exhaustivamente limpiado y publicado por Peter Dorman en 1991.

El monumento posee valores de extrema importancia arqueológica, no solo por su excelente estado de conservación actual, sino por ser testimonio de uno de los momentos más importantes de la historia egipcia durante el Imperio Nuevo.

A la vez, resulta excepcionalmente importante el extraordinario ’Techo astronómico’ que el arquitecto jefe se hizo dibujar en el paramento superior de la actual cámara A del hipogeo.

El proyecto elaborado por el I.E.A.E. en relación con este emblemático monumento, a partir de las sugerencias realizadas por el Egyptian Supreme Council of Antiquities, consiste en habilitar el monumento, para hacer compatible la visita del público con su adecuada preservación; y todo ello, por medio de la adopción de las medidas precisas y de la instalación de los elementos técnicos necesarios.

Al mismo tiempo, y dadas las pequeñas dimensiones de la única cámara visitable (cámara A de Dorman), proceder a la instalación en el área exterior, de un módulo de finalidades didácticas, con una sala de reproducción fotogramétrica del techo astronómico y de los paramentos con textos jeroglíficos, a mayor escala de la natural y con un aforo estimado de veinte visitantes, por turno de explicación.



También, se impone la ejecución de las necesarias labores de limpieza y condicionamiento del área donde se alzaría la caseta de servicios y sala didáctica, lo que implicará una detallada labor arqueológica para documentar, conservar y publicar, los eventuales hallazgos que se pudieran producir en la zona próxima a la actual entrada del hipogeo, y sus inmediaciones.

La ejecución de este proyecto trata de conciliar la conservación y la preservación de esta joya de la arquitectura funeraria egipcia de la dinastía XVIII, con la posibilidad de que el monumento pueda ser visitado por el publico interesado, con las debidas garantías de protección; ello requerirá el desarrollo de un sensible esfuerzo patrocinador, técnico y humano que permitirá dar a conocer el nivel de compromiso de nuestro país en las labores de preservación de los antiguos monumentos egipcios, que son patrimonio cultural de la humanidad.

Equipo

El proyecto Sen-en-Mut, está apoyado por un equipo de profesionales con amplia experiencia en sus respetivos campos de trabajo. Un equipo experimentado y especializando en egiptología, arqueología, una amplia gama de idiomas, arquitectura, fotografía, conservación, topografía, astronomía e informática.



La selección de cada uno de ellos para integrarse en el proyecto, se ha determinado por su nivel de competencia e integración en el trabajo del grupo. Todos juntos constituyen el instrumento rector y de ejecución que permitirá llevar a buen puerto nuestros objetivos.

Este equipo se ha ido acrecentando con la incorporación de nuevos profesionales a media que el desarrollo del proyecto así lo exijía.

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Web del proyecto

11 de mayo de 2011

Proyecto Djehuty


El proyecto

Excavación, restauración y publicación de las tumbas de Djehuty y de Hery, nos. 11 y 12 en Dra Abu el-Naga, una de las necrópolis de la orilla oeste de la antigua Tebas, en la región de Luxor. Se espera, además, que las tumbas sean abiertas al público una vez finalizados los trabajos.

Los trabajos durarán al menos unos cinco años. En invierno se llevará a cabo una campaña de trabajo de campo. El resto del año se analizarán y estudiarán en despachos, bibliotecas y laboratorios los materiales y la información recabada. Si bien la primera campaña será de un mes, febrero del 2002, las siguientes serán de dos meses.



Integrado por españoles y por egipcios. Desde el comienzo se concibió como un proyecto hispano-egipcio. La cooperación es, hoy más que nunca, un aspecto fundamental. Los miembros del equipo egipcio han sido elegidos y serán dirigidos por Mohamed el-Bialy, Inspector Jefe del Servicio de Antigüedades de la orilla oeste en Luxor. El equipo español se ha formado en torno a José Manuel Galán, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid. Tres de sus colaboradores provienen de la universidad de Sevilla: el profesor José Miguel Serrano, Margarita Conde y Antonio Morales. De la universidad de Salamanca procede Andrés Diego Espinel. Ana de Diego es de la universidad de Alcalá de Henares y Alicia Torija de la Complutense de Madrid.

Difusión

El proyecto pretende compartir sus investigaciones tanto con los especialistas egiptólogos del mundo, como con todos aquellos interesados en la egiptología y con los que sientan alguna curiosidad por saber más sobre la civilización del antiguo Egipto. Para los primeros, se tiene previsto publicar una monografía de carácter científico en lengua inglesa, además de artículos en revistas internacionales de egiptología y de comunicaciones en congresos. Para el público general se publicará un libro de carácter divulgativo en castellano, artículos en revistas de amplia difusión, así como notas de prensa de forma periódica. Previsiblemente, el proyecto hará público los resultados de sus investigaciones a través de Televisión (Antena 3 Temática).

Nuestra página web en Internet actualizará todos los días, durante el transcurso de las excavaciones, el Diario de Excavación on-line. Durante el resto del año, se actualizará aproximadamente una vez al mes, con el fin principal de mostrar el Progreso de las Investigaciones.


Historia del Proyecto (por José Manuel Galán): A comienzos del mes de diciembre del año 2000, viajé a Luxor buscando un proyecto de investigación que se adecuara a mis intereses, es decir, un proyecto que aunara el trabajo arqueológico y de restauración con el trabajo epigráfico y, a ser posible, que éste pudiera ser de cierta relevancia para el estudio de la historia del antiguo Egipto.

En mi búsqueda conté con la inestimable ayuda de Mohamed el-Bialy, Inspector Jefe del Servicio de Antigüedades de la orilla oeste en Luxor. Después de visitar juntos la decena de tumbas de nobles de la dinastía XVIII que formaban mi lista de posibles proyectos, él me mostró la tumba de Djehuty y de Hery en Dra Abu el-Naga. Inmediatamente estuvimos de acuerdo en que mostraban un enorme potencial y que, desde luego, bien merecían todos nuestros esfuerzos.

En enero del año 2001 el profesor Hans Goedicke me invitó a trabajar con él dos semanas en Baltimore. Entre otras cosas, nos dedicamos a buscar información en la bibliografía especializada sobre las dos tumbas y sus propietarios, con el fin de conocer los estudios que se hubieran podido realizar en el pasado. Tras comprobar cuán poco se había hecho y lo mucho que quedaba todavía por hacer, a comienzos de la primavera solicité al Servicio de Antigüedades de Egipto que me concedieran el permiso oficial para excavar, restaurar y publicar las tumbas de Djehuty y de Hery.


Desde el momento en que el Servicio de Antigüedades me concedió el permiso solicitado, en su asamblea del día 3 de abril, comenzó la no menos ardua tarea de buscar patrocinadores. El proyecto ha tenido la inmensa fortuna de contar como patrocinador con el apoyo anímico, logístico y económico de Telefónica Móviles. El equipo de Promoción Cultural de Telefónica Móviles ha colaborado de una forma inestimable. Además, han contribuido generosamente al proyecto la Fundación Telefónica y la Asociación Española de Egiptología.

Los atentados terroristas contra las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York el día 11 de septiembre y la incierta situación política que se vivió en otoño del año 2001 en Oriente Medio y en Oriente Próximo retrasaron algunas de la gestiones necesarias para la puesta en marcha del proyecto. Con la llegada del invierno paradógicamente se disiparon las nubes. En diciembre y en enero los preparativos alcanzaron un ritmo frenético. Ya sólo nos queda que la policía egipcia nos de el permiso de seguridad necesario para que la expedición se ponga en marcha.

Contecto histórico

Los inicios de la Dinastía XVIII

Los Hicsos y la "reconquista" tebana


La presencia en el norte de Egipto de las poblaciones denominadas hicsas se fue haciendo latente en todo el Delta oriental, ganando terreno desde Avaris y Menfis hacia el sur, hasta que bajo el rey Dedumesiu I (Dinastía XIII) controlaron la mayor parte del doble país. Estos hicsos eran poblaciones que anteriormente los egipcios habían denominado "asiáticas". A pesar de la imagen negativa que las fuentes posteriores, de origen tebano, proyectaron, hoy en día sabemos que en el plano político, económico, religioso y cultural, los hicsos levantaron grandes cimientos que serían retomados por la nueva dinastía nativa (XVIII) para dar inicio al Reino Nuevo.

A la vez que las poblaciones hicsas afianzaban su dominio en el norte, una nueva dinastía en el sur, la XVII, iniciaba sus intentos por controlar el Alto Egipto, donde parecen haber gobernado desde Elefantina hasta Abidos. Una lista de reyes bajo el nombre de Antef nos ha llegado como máximos exponentes de estos gobernadores de la ciudad de Tebas deseosos de tomar el control de todo el país. No será hasta la llegada de Seqenenre Tao II, llamado "el Bravo", cuando el conflicto directo entre tebanos e hicsos se abra, con los inicios de los primeros choques militares. Seqenenre Tao II tuvo por consorte a la reina Ahhotep I, quien sería considerada una figura clave en la historia de los inicios de la XVIII dinastía. Ella fue madre de dos príncipes tebanos que tomaron el poder real y lo llevaron a las máximas consecuencias tras deshacerse del control hicso en el norte: Kamose y Ahmose. La tumba de Seqenenre Tao aún no ha sido encontrada, aunque su momia se salvó del pillaje en época ramésida, cuando fue oculta junto a otras en el "cachette" de Deir el-Bahari. "La Disputa de Seqenenre y Apofis" es un relato que muestra el choque entre el rey hicso y el gobernante tebano, y nos ha llegado a través de una sola copia de época del rey Merneptah.


A Seqenenre le sustituye su hijo Kamose, quien accede al trono con una titulatura que anuncia un programa más agresivo contra los hicsos (uno de sus nombres de Horus sería "El que doblega las Dos Tierras"). De su reinado debemos destacar un texto del año 3, que nos ha llegado a través de dos estelas erigidas en Karnak, y una tablilla (llamada "Tablilla Carnavon"). De estas fuentes podemos deducir que Kamose inicia su ataque hacia el norte, enviando río abajo una expedición naval que llegaría hasta la región de Avaris. No se alcanzó la victoria total, pero el control hicso parece haber quedado muy debilitado.

A la muerte de Kamose, retoma el control y la presión sobre los hicsos su hermano Ahmose (ca. 1570 a. C.), quien inicia nuevos ataques en el año 11 de su reinado. Conquistó primero Menfis y después Avaris, y persiguió a los hicsos hasta la ciudad de Sharuhen, en el año 16.

La política interior a inicios de la dinastía XVIII

Tras la reconquista y la expulsión de la zona del Delta de las últimas poblaciones y tropas hicsas, Ahmose siguió con la reorganización del país. Las estructuras que existían desde el Reino Medio se mantuvieron y Ahmose inició una política de acercamiento a las familias de los principales gobernadores provinciales para ganarse su obediencia. Sin duda alguna, Ahmose confió los cargos importantes a dignatarios que hubieran apoyado con fidelidad la causa tebana. Tebas y el-Kab parecen haber funcionado como los verdaderos enclaves centrales en estos inicios del Reino Nuevo.

La nueva administración inicia el control de nuevo de la irrigación, evidentemente poniendo de este modo en funcionamiento el sistema fiscal, intentando recuperar las zonas que habían sido controladas por los hicsos. En el plano económico debemos ver cómo la apertura que Egipto vive a inicios del Reino Nuevo hacia el Próximo Oriente hará que numerosas materias primas lleguen hasta el país. Como consecuencia, se desarrolla la producción artística, como puede apreciarse, por ejemplo, en el mobiliario funerario de la reina Ahhotep o las estelas reales de Ahmose en Abidos y Karnak.


En cuanto a la construcción de grandes monumentos en el reinado de Ahmose, tenemos noticias de ciertos trabajos realizados en Buhen, en la Segunda catarata, y también sabemos que realiza trabajos de edificación en el templo de Amón en Karnak y en el de Montu en Armant. En el primero manda erigir varias estelas y construye una capilla o naos para la barca sagrada. También en el III pilono apareció una estela, llamada "Estela de la Tempestad" porque relata cómo Ahmose dio órdenes de reconstruir algunos edificios tras una gran tormenta que asoló parte del complejo religioso. Otra estela del III pilono, la "Estela de la Donación", nos habla de la concesión de un "Segundo sacerdocio de Amón" para la esposa de Amón, Ahmose-Nefertari. En Abidos manda construir dos cenotafios en adobe, uno para él mismo y otro para la reina Tetisheri. En el año 22 reabre las canteras de Tura, para atender las necesidades de piedra para la construcción de un templo a Ptah en Menfis y otro en Luxor. También sabemos a través de las últimas excavaciones en Avaris que el propio Ahmose inició una reedificación de este centro, como lo muestran restos de una plataforma y un palacio sobre lo que parece haber sido una fortificación hicsa.

En cuanto a los enterramientos de la época, las últimas excavaciones en la necrópolis de Dra Abu el-Naga han demostrado que existe una continuidad entre la dinastía XVII a los inicios de la XVIII, ya que la elite y los principales personajes de este período usarán el enclave de Naga como lugar de reposo, aunque aún las tumbas de algunos de estos reyes tebanos no han sido halladas.

Al igual que sus descendientes, su momia fue reubicada en el "cachette" de Deir el-Bahari y su tumba en Dra Abu el-Naga no ha sido encontrada. De su reinado debemos destacar además la presencia de una figura muy importante como consorte suya, la reina Ahmose-Nefertari, quien se convertirá en una de las mujeres -junto con Ahhotep- más interesantes a inicios del Reino Nuevo.

Contexto cultural

Constructores y artesanos de las tumbas


La comunidad de trabajadores especializados que residía en el pueblo de Deir el-Medineh eran los encargados de la construcción de las tumbas reales. Esta comunidad vivió aislada debido a la necesidad de ser discretos y guardar el secreto que imponía la construcción de las tumbas reales. Por ello, la comunidad respondía directamente ante el visir y era controlada por los Medjay, el cuerpo de guardias que vigilada la necrópolis real.


Las jornadas laborales tenían una duración variable, según las dimensiones de la tumba. La jornada de trabajo comenzaba al amanecer y duraba unas ocho horas, con una pequeña interrupción a las cuatro horas para trabajar. Los trabajadores se organizaban en equipos que trabajaban bajo la supervisión de una arquitecto. El equipo se subdividía en dos grupos que trabajaban simultaneamente bajo las órdenes de dos capataces. EL jefe del equipo, nombrado por el faraón mismo o por el visir, era el responsable del trabajo, comprobaba los motivos de las ausencias laborales de los trabajadores y trataba con el visir por mediación de un escriba. Los capataces tenían que inspecionar la distribución del material guardado en los almacenes y hacer la lista de los trabajadores presentes y ausentes. EL número de miembros del grupo no era fijo, pero por término medio oscilaba entre 30 y 60 personas, aunque esta cifra se podía incrementar hasta 120 personas.

Programa de construcción

Una vez que había sido elegido el lugar de construcción del enterramiento, se confiaba la ejecución del proyecto al arquitecto y los artesanos de Deir el-Madina: El primer paso cocnsistía en dibujar la planta de la tumba, especificando las características arquitectónicas así como la decoración, las pinturas y los textos que se representarían en las paredes. Las obligaciones de los trabajadores eran especializadas y complementarias: canteros, yeseros, escultores, dibujantes y decoradores trabajaban coco con codo y simultaneamente en una especie de cadena de montaje.


Los canteros eran los primeros en entrar en acción. Mientras progresaban las excavaciones que iban penetrando en la montaña, los yeseros alisaban las paredes de las zonas más cercanas a la superficie y colocaban una capa de muna, una especie de yeso obtenido a partir de aarcilla, cuarzo, piedra caliza y paja triturada., sobre la que aplicaban una capa más ligera de yeso, hecho de arcilla y piedra claiza, para acabar enjalbegando la pared con aljez disuelto en agua. La decoración, que era elegida por los sumos sacerdotes junto con el faraón, se confiaba a los artistas. La superficie a tratar se subdividía en numerosos cuadrados por medio de almagre y un cordel atado a un palo, con el fin de colocar correctamente las figuras y los textos, de manera que las porporciones se respetaran de acuerdo con los cánones establecidos. Los dibujantes trabajaban bajo la supervisión de un dibujante-jefe que hacía las correcciones necesarias en carboncillo. Después intervenían los escultores, que comenzaban a labrar la roca para obtener un bajorrelieve al que luego darían color los pintores.


La tumba

Las tumbas de Djehuty y de Hery están excavadas en la falda sur de la colina rocosa de Dra Abu el-Naga. La puerta de la tumba de Djehuty (nº 11) sirve también de entrada para la tumba de Hery (nº 12), pues su puerta permanece enterrada.

La tumba de Djehuty poseía originalmente un recibidor abierto y sin techo. El recibidor fue cerrado y techado por el Servicio de Antigüedades de Egipto en los años 60 para proteger los relieves, las inscripciones y la estatua de Djehuty que están esculpidos en sus paredes. Sobre una de ellas, se representa un banquete funerario que incluye un arpista seguido de un par de mujeres que cantan y marcan el ritmo con sistros. A ambos lados de la puerta original de la tumba se grabaron sendas estelas con una extensa inscripción biográfica de Djehuty.



La sala transversal también posee decoración en relieve, mostrando un variado repertorio de escenas acompañadas de inscripciones. En el suelo se excavó un pozo, y en una de las paredes laterales se abre una galería que conduce a la tumba de Hery. En la pared opuesta se abre otra galería que comunica con una esquina del recibidor. Esta galería está hoy llena de escombros, muy probablemente conteniendo momias de ibis y cerámica de época tardía.

El estrecho pasillo que conduce hasta el santuario del fondo también está decorado con relieves, representando la peregrinación fluvial hacia Abidos (donde se encontraba el templo principal de Osiris, rey de los difuntos), una escena de caza en el desierto, rituales realizados frente a la momia, etc.
El acceso al santuario del fondo, donde probablemente habrá una estatua de Djehuty sentado junto con su esposa, está cortado por una montaña de escombros que llega casi hasta el techo.


La tumba de Hery (nº 12), es anterior en el tiempo que la de Djehuty. El recibidor y la sala transversal no pueden verse en el estado actual de la tumba. Las paredes del pasillo que se dirigía hacia el santuario del fondo están decoradas con finos relieves, representando un banquete funerario, una cacería en el desierto, una procesión funeraria, etc.
La parte de la tumba donde debería encontrarse el santuario está lleno de escombros con huesos de animales (ibis) y cerámica rota. La sala tiene un pilar muy tosco, y se convierte en una galería que conduce de vuelta hacia el pasillo que une las dos tumbas. Todo este "anexo" sigue estando cubierto de escombros, con pozos y oquedades excavados en la roca.

En la obra fundamental de B. Porter & R. Moss, "Topographical bibliography of ancient Egyptian hieroglyphic texts, reliefs, and paintings", vol. I, publicada en 1927 y revisada en 1960, puede encontrase un plano y una descripción de las dos tumbas. Su plano, sin embargo, omite muchas detalles de interés. Por otro lado, la descripción comete el error de asignar a la tumba nº 11 de Djehuty objetos que sin duda proceden de la tumba de un homónimo que desempeñó el cargo de "supervisor de los países extranjeros del norte". Estos objetos fueron adquiridos en el siglo XIX en el mercado de antigüedades y algunos de ellos se exhiben hoy en el Louvre. Conviene tener presente que el nombre de Djehuty era muy común en aquella época, como así lo demuestra también la interesante tumba nº 110 en Abd el-Qurna.


Localización



Información

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10 de mayo de 2011

Proyecto Visir Amen-Hotep


Presentación

El monumento en el que trabajará el equipo del I.E.A.E. bajo la dirección del Dr. Francisco Martín Valentín y la co-dirección de Dª Teresa Bedman, posee una altísima importancia arqueológica, artística e histórica, por ser del mismo periodo de la Tumba Tebana nº 192 de Jeruef, Senaa, perteneciendo como esta al reinado de Amen-hotep III (Imperio nuevo, hacia (1360-1353 a.C.), y más específicamente al lapso de tiempo transcurrido entre los años 28 al 36 de dicho soberano, el cual constituye uno de los momentos más agitados e interesantes del Imperio Nuevo egipcio. 



Hoy existe un gran vacío en el conocimiento y documentación de los acontecimientos históricos de aquel período, porque fue especialmente turbulento. Lo que no fue destruído o quedó inacabado por la actuación de los partidarios de la nueva religión atoniana, sería posteriormente objeto de una nueva destrucción selectiva en época de los reyes de la dinastía XIX.

El período de cinco a seis años durante los que el rey Amen-Hotep IV (Aj-en-Aton) tuvo su residencia en Tebas, antes de trasladarse al Amarna, para fundar la nueva ciudad de Ajet-Aton, está hoy en la más completa oscuridad para el mundo de la egiptología.



El esclarecimiento de la misteriosa personalidad del visir Amen-Hotep, Huy, el presunto dueño de la ATT nº 28 de Asasif, a partir de los nuevos hallazgos que se realicen, podría ser de relevante importancia en orden a tratar de completar este escenario de gran vacío histórico, absolutamente trascendente para la correcta comprensión de los acontecimientos que dieron lugar al final de la dinastía XVIII y al nacimiento de la XIX.

De este modo, la egiptología española continúa progresando en su trabajo a los máximos niveles internacionales.

Proyecto

La Tumba nº 28 de Asasif (catálogo de Friederike Kampp - Die Thebanische Nekropole. Zum Wandel des Grabgedankens von der XVIII. bis zur XX. Dynastie. Mainz 1996) está localizada en la necrópolis tebana, en el área de Asasif Sur, delante y bajo la tumba de Dyar (TT366), y adyacente a la tumba de Jeruef (TT192).



Esta tumba pertenece al periodo de la dinastía XVIII, durante el reinado de Amen-Hotep III (hacia 1387-1348 1387-1348 a C.), y fue excavada para un personaje que fue Visir (Tchaty), llamado Amen-Hotep, Huy, del que tenemos evidencias documentales seguras a partir de los monumentos construidos con motivo del Primer Jubileo del citado Rey, celebrado durante el año 30 de su reinado.

La excavación de esta tumba con los descubrimientos que pudiera aportar supone la puesta en marcha de diferentes áreas de trabajo de campo.



Está prevista la elaboración de su documentación topográfica, arquitectónica y arqueológica. Igualmente se llevará a cabo la excavación de todas las partes que la componen, y la ejecución de las necesarias obras de aseguramiento de sus estructuras arquitectónicas y de sus valores arqueológicos y artísticos.


Todo ello irá acompañado de las consecuentes labores epigráficas, así como las de restauración y consolidación del monumento en todas sus partes.

Equipo

El proyecto ’Visir Amen-Hotep -ATT 28 (Asasif)’, será desarrollado por un equipo compuesto por profesionales con amplia experiencia en sus respetivos campos de actuación.

Se trata de un grupo de personas con origen en diferentes áreas especializadas tales como la egiptología, la arqueología, la arquitectura, la topografía, la epigrafía y documentación, la fotografía, la restauración, o la informática.

Francisco Martín Valentín, Teresa Bedman, Juan Martín Rojo, Mónica Marcos, Gustavo Cabanillas, Ana Vico, Ana Quesada Galán, Walid Mahmoud Badr, Inés García, Javier Cebadera y Lourdes Narváez.

Localización


Información 

Web del proyecto

9 de mayo de 2011

Heracleópolis Magna


Presentación

Heracleópolis Magna, Nen-nesu de los antiguos egipcios y actual Ensaya el Medina, es una ciudad situada en el Egipto Medio a 130 km. al sur de El Cairo, en la actual provincia de Beni Suef. Se halla en la orilla occidental del Nilo, a la entrada del Oasis de el Fayum y muy cerca del brazo del Nilo denominado “Bahr el Yusuf”. Las coordenadas geográficas de la ciudad son: Lat: 29 5 N. Long 30 56 E.




En época faraónica fue la capital del XX nomo del Alto Egipto llamado Naret-Hentet o Naret Superior. Los límites de este nomo son difíciles de precisar, pero tradicionalmente la frontera occidental estuvo situada en la cadena líbica, la oriental en el río Nilo, la septentrional en Abusir el Malaq y la meridional en Deshasha, aunque esta frontera se desplazó hacia el sur en varias ocasiones. El nombre de la ciudad en egipcio sufrió algunas variaciones a lo largo de la historia, entre ellas la de Hut-nen-nesu, de donde se deriva el nombre copto hns y el árabe Ehnasya. Los griegos la denominaron Heracleópolis Magna al identificar al dios principal Heryshef con el griego Heracles.

História de la ciudad

La capital del Nomo XX del antiguo Egipto fue una de las ciudades más importantes en el periodo faraónico y copto. Sus orígenes se remontan a las primeras dinastías según los textos, aunque no tenemos testimonios arqueológicos tan antiguos. El periodo de máximo esplendor se produjo durante el Primer Periodo Intermedio en la llamada “época heracleopolitana”, correspondiente a las Dinastías IX y X; en esta etapa la ciudad fue capital de Egipto hasta el 2040 a.C., cuando se produjeron las luchas con los tebanos y la perdida del control del país por los reyes heracleopolitanos.


El faraón Ramsés II construyó un buen número de monumentos en la ciudad y durante el Tercer Periodo Intermedio la capital se convirtió en el fiel de la balanza entre los reyes tanitas del norte y los sumos sacerdotes del sur, con una colonia de la tribu libia de los mashawuesh instalada en la ciudad. En época romana, copta y bizantina, la ciudad continuó su esplendor. La posición geográfica del nomo proporcionó a sus habitantes el control de acceso al oasis de El Fayum y a las rutas caravaneras entre el Nilo y los Oasis Libios.

Excavaciones no españolas

1891: Excavaciones de Naville en Sedment y Heracleópolis, hallando capiteles junto a la Kenisse y una parte del Templo de Herishef. Ofrece un plano del lugar.

1889: Wilcken halla papiros griegos, coptos y árabes y algunas casas cuyo emplazamiento exacto se desconoce. Algunos papiros fueron publicados por Shaeffer quien tambien nos legó un plano del lugar.

1904: Petrie continúa los trabajos en el Templo de Heryshef, descubrió Kom el Dinar y algunas casas de época romana.

1915: Hallazgo de Kom el Akareb. Descubrimiento de dos grandes estatuas de Ramsés II expuestas hoy en el Jardín del Museo egipcio de El Cairo.

1947: Hallazgo de varias estelas de la Dinastía XXII por parte del Servicio de Antigüedades Egipcio.

1961: Ahmed Tahar descubre los restos de un templo greco-romano.

1986-88: Excavaciones de Mokhsen el Kady realizando hallazgos de época greco-romana.

1986 - 2000: Ahmed Galal realiza Excavaciones en Ehnasya, en Kafar el-Khouledy, en el-Masharka, en el-Sheikh Soleman, en Sheikh Harb, y en Houd el-Maamal, en Abusir el Malaq en 1987-88 y en Sedment el Gabal entre 1996-1977.

2009: Ahmed Gaber realiza trincheras de prospección en torno a la valla que rodea el yacimiento, con motivo de la construcción de una carretera.

La misión arqueológica española

Tras la campaña de Nubia, con motivo de la construcción de la presa de Asuán, el gobierno egipcio concedió a España el permiso para excavar en la ciudad de Heracleópolis Magna.

En 1966 comenzaron los trabajos, dirigidos por Martín Almagro, que se centraron en el patio del Templo de Heryshef donde fue hallado un coloso de Ramsés II.


Este mismo año comenzaron los trabajos en la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio, situada al sur de la ciudad. Dos años después, en 1968, se reanudaron las excavaciones y fue hallada la necrópolis del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio, lugar donde se continuó trabajando en 1969, 1976, 1977 y 1979, siendo directores de campo López y Presedo.

Durante la campaña de 1977, Fernandez encontró la capilla central del cementerio del Tercer Periodo Intermedio.

En 1979 las excavaciones fueron interrumpidas hasta 1984, año en que fue designada directora de la Misión M. Carmen Pérez Die. Desde entonces y hasta la actualidad, las campañas arqueológicas han tenido lugar anualmente durante aproximadamente un mes y medio.

Los trabajos principales se han centrado en la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio, la necrópolis del Primer Periodo Intermedio / inicios del Reino Medio y el Templo de Heryshef, como se indica en el plano topográfico del lugar.


Desde 1984 el objetivo fue realizar un proyecto de investigación multidisciplinar cuyo fin principal es la integración de la ciudad y su territorio en el proceso histórico que tuvo lugar en las orillas del Nilo durante varios milenios. El objetivo concreto del proyecto es, pues, estudiar, conocer y divulgar la historia de Heracleópolis Magna y su provincia, incidiendo en aspectos concretos como su situación geográfica, su urbanismo, los recursos económicos del nomo, la explotación del medio, la arqueología del paisaje, el arte, la religión, la economía, la sociedad, las creencias funerarias, la arquitectura, la presencia de pueblos extranjeros en la región y su grado de aculturación y sobre todo los momentos de máximo esplendor de la ciudad.

Conservación y restauración

La finalidad de las diversas actuaciones de conservación-restauración en Heracleópolis Magna se pueden resumir en dos objetivos fundamentales: recuperar toda la información histórica-arqueológica que el yacimiento proporciona mediante la conservación de todos los hallazgos, y devolverles a los materiales compositivos la cohesión, homogeneidad e identidad perdidas.

Los trabajos principales consisten en:

a- Intervenciones en el yacimiento.

Se desarrollan en las Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio y del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio y a partir del próximo año en el Templo de Heryshef; Las intervenciones consisten, fundamentalmente, en tratamientos de recuperación, consolidación, estabilización y reconstrucción de los recintos funerarios y de las cámaras que se excavan y se conservan in situ, lo que proporciona a las necrópolis una coherencia e identidad similares al original. En la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio se han reubicado y remontado en el mismo lugar de su aparición las losas del techo de la Tumbas 1, 2, 4, 6 y 7 ya que en la mayoría de las tumbas aparecieron rotas y caídas en su interior; Para ello han sido utilizados unos conjuntos modulares formador por soportes horizontales encastrables, de 400 o 600 mm de longitud útil, realizados con dos tubos de acero de alta resistencia, de sección rectangular, paralelos, unidos por tubos circulares del mismo material, soldados. Asimismo se han utilizado soportes puntuales que están formados por una varilla de acero de alta resistencia, roscada, con uno de sus extremos preparado para recibir el apoyo del elemento a sustentar, y puntales de doble regulación, rigizadores. A través de estos elementos, uniéndolos a los puntales telescópicos, se consigue formar conjuntos altamente estables. Sobre ellos se colocaron una serie de placas soporte formadas por Aerolam F-Board, muy ligero, de gran resistencia mecánica, tanto a la compresión como a la flexión, sobre las que se asientan las losas del techo. Las grietas, lagunas.


y uniones entre los bloques de piedra se reintegraron y “sellaron” con mortero prefabricado Parrot´s Mix nº 4 mezclado con pigmentos ocres y óxidos de hierro, y argamasas de cal hidráulica mezclada con arena.

En la necrópolis del Primer Periodo Intermedio se han restaurado las cámaras de piedra y de adobe algunas con decoraciones pintadas y, posteriormente, se han protegido, tapado, y conservado in situ. Han sido restauradas varias sepulturas que conservan pinturas con pigmentos a base de carbonato de calcio, tierras ocre y roja, cuarzo, calcita, carbón, óxidos de hierro y oxalato de calcio. Las intervenciones han consistido en: limpiezas mecánicas en seco y combinadas con disoluciones hidroalcohólicas para quitar la tierra y el barro adheridos a las paredes; para ello se han empelado palillos de madera de almendro, torundas de algodón, bisturí, espátulas de madera, brochas y cepillos suaves. Al finalizar la restauración las sepulturas volvieron a rellenarse con arena lavada sobre lámina geotextil, con el fin de preservarlas frente a la exposición medioambiental.

b) Intervenciones en el laboratorio.

Se han intervenido una gran variedad de objetos de diversa tipología y morfología, como Falsas Puertas, Mesas de ofrendas, fragmentos decorados con relieves y pinturas de caliza, recipientes cerámicos y otros de pequeño formato, vasos canopos, ushebtis y otros objetos de alabastro, hueso y, raramente, pequeños objetos de metal.


Los tratamientos son de tipo conservativo con el fin de estabilizar los objetos mediante secados paulatinos combinados con limpiezas mecánicas, desalaciones, pegado y uniones con adhesivos reversibles y reintegraciones de lagunas con argamasas ligeras y mezclas a base de estuco o escayola dental. Al finalizar la restauración, para evitar la manipulación directa de los objetos se incluyen en cajas especialmente diseñadas.


Los objetos muebles (falsas puertas, mesas de ofrendas, vasos canopos) se embalan en cajas de madera con el interior protegido a base de poliuretano expandido y láminas de espuma de polietileno blanco, para conseguir un aislamiento térmico y de la humedad; estos materiales se adaptan a la morfología de los objetos y presentan buena absorción ante el impacto y las vibraciones. Para el embalaje de los ushebtis se han utilizado planchas de espuma de polietileno blanco de 10 cms. de grosor, en las que se efectúan cavidades con la misma forma que las figuras de fayenza que quedan encajadas de forma individualizada en cada hueco. El exterior de las cajas lleva la foto e identificación de cada objeto, así como símbolos de la posición y manipulación correctas.


c) Conservación preventiva.


En el yacimiento las tareas de conservación preventiva están orientadas a la revisión de los materiales expuestos a la intemperie; para ello se supervisan cada año las estructuras murales de adobe y piedra mediante controles y testigos para determinar si se producen movimientos o desplazamientos de losas, argamasas y paredes de adobe, en cuyo caso, se realizan labores de consolidación, refuerzo y construcción de soportes en los recintos tumbales.

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