Novedades editoriales

26 de septiembre de 2022

El próximo mes anunciaré el descubrimiento de la momia de Nefertiti


Es un viejo rockero de la arqueología. Dispuesto a seguir deslizándose por pasadizos y pozos en busca de los tesoros que por miles guardan las arenas de Egipto. Hasta que el cuerpo aguante. Zahi Hawass descarta cualquier plan de jubilación inminente, a pesar de haber superado los 75 años. La obsesión que le persigue tiene nombre de mujer: Nefertiti. Y una retahíla casi interminable de títulos: “La gran y querida esposa del rey”; “Señora de las dos tierras, del sur y del norte”; “La que puede vivir para siempre”; “Grande en favor, dama de gracia, dotada de alegría”… Un derroche de abolengo que contrasta con los enigmas que proyectan su sepultura y su cadáver. En ambos casos, reina la nada.

La misteriosa Nefertiti, que vivió hace más de tres milenios en una de las etapas más florecientes del Antiguo Egipto, cayó en una calculada desmemoria junto a su marido Ajenatón, el faraón que desafió el orden establecido hasta convertirse en el hereje que impulsó el primer y fallido experimento monoteísta de la Historia. En busca de su momia y su enterramiento lleva años volcado Hawass. El egiptólogo y ex ministro de Antigüedades egipcio, capaz de despertar pasiones y odios a partes iguales, asegura en una entrevista con El Independiente estar muy cerca de responder a algunas de las incógnitas.

El arqueólogo se halla estos días en Madrid, donde ofrece este martes una esperada conferencia sobre la mujer en el Egipto faraónico, en el marco de ‘Hijas del Nilo’, una exposición que reúne 300 objetos procedentes de una docena de países. La exhibición está organizada por el Grupo Eulen y comisariada por Esther Pons y Nacho Ares. “En el Antiguo Egipto los hombres tenían que ser faraones, pero no las mujeres. Los hombres, de todos modos, no podían ser faraones sin una mujer”, explica Hawass, que acaba de iniciar su campaña de excavaciones en el Valle de los Reyes, en la sureña Luxor. A la caza, por enésima vez, de los secretos que le torturan sobre el paradero de Nefertiti.

Se cumplen dos siglos del descifrado de los jeroglíficos


La civilización del Antiguo Egipto lleva generaciones cautivando a los amantes de la Historia de todo el mundo. Las monumentales pirámides son uno de los elementos más característicos de los egipcios. A pesar de la fascinación que ha causado a lo largo del tiempo este pueblo, el lenguaje escrito utilizado por los antiguos egipcios fue descifrado apenas hace dos siglos. En 1822, el erudito francés, Jean-François Champollion consiguió desentrañar lo que decían los escritos egipcios tras estudiar las inscripciones de la piedra Rosetta, el fragmento de un monumento hallado por una expedición militar francesa.

La piedra Rosetta es un fragmento de una antigua estela egipcia que contenía las palabras de un decreto publicado en Menfis en el año 196 a.C. en nombre del faraón Ptolomeo V. Esta norma se escribió en tres lenguas diferentes: en la parte superior los jeroglíficos egipcios, en la parte intermedia la escritura demótica y en la inferior el griego antiguo. El artefacto fue descubierto en 1799 en una de las expediciones de Napoleón Bonaparte a Egipto y fue la pieza que permitió que en 1822 Champollion descifrara los jeroglíficos.

El descubrimiento de esta epigrafía permitió entender los, hasta ese momento, ininteligibles jeroglíficos del Antiguo Egipto y abrió una nueva página en la historia de la Egiptología. Este lenguaje, compuesto por unos 700 signos, había sido utilizado durante dos milenios. Si no fuera por el hallazgo francés, la comprensión del mundo egipcio sería tan escasa como la que se tiene de la civilización de Tartessos, a caballo entre la Historia y el mito.

Antes de que se descifraran los jeroglíficos, eso era lo que ocurría con la civilización egipcia. La vida cotidiana, la organización de la administración y los intercambios comerciales, cuestiones registrada de forma jeroglífica, fueron inescrutables y un misterio durante siglos.

La palabra jeroglífico tiene su origen en el griego y significa "talla sagrada", es una traducción griega de la frase egipcia "las palabras del dios", que se usaba en la época de los primeros contactos griegos con aquella civilización, para distinguir a los antiguos jeroglíficos de la escritura de esa época, el egipcio demótico, surgido en el Reino Nuevo, la etapa final de la civilización egipcia. Fue dominante en la zona a partir del 600 a.C.

6 de junio de 2022

Descubiertos más de 200 sarcófagos intactos en Saqqara


Una misión arqueológica egipcia, bajo la dirección de Mostafa Waziri, Secretario General de Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, que desde el año 2008 excava en la necrópolis de Saqqara, a unos veinte kilómetros de El Cairo, acaba de hacer un espectacular descubrimiento en el interior de unos pozos funerarios localizados en la zona conocida como Bubasteion, un espacio del yacimiento dedicado a la diosa gata Bastet y donde se enterraron miles de momias de animales sagrados.

Los arqueólogos han sacado a la luz unos 150 objetos de bronce que representan a diversas divinidades egipcias como Anubis, el dios de la momificación con cabeza de cánido; Amón Min, divinidad principal del panteón en su acepción de dios de la fertilidad; Osiris, dios del Inframundo; Isis, esposa y hermana del anterior; el dios loto Nefertum, y la diosa gata Bastet. También se han hallado un grupo de vasijas de bronce que se usaron para llevar a cabo rituales relacionados con la diosa Isis, dos estatuillas de madera tallada que representan a Isis y a su hermana Neftis en actitud doliente y una figura sin cabeza que representa a Imhotep, el arquitecto de la pirámide escalonada de Zoser y que fue adorado como dios de la medicina en la Baja Época.

Pero, sin duda, el descubrimiento más importante, y también el más espectacular, llevado a cabo por la expedición, ha sido el de un conjunto compuesto por unos 250 sarcófagos de madera policromada, en un excelente estado de conservación, datados hacia el año 500 a.C., y que se encuentran intactos, por lo que conservan las momias en su interior. Dentro de uno de los ataúdes, los egiptólogos han descubierto un papiro de nueve metros de largo que contiene fragmentos del Libro de los muertos, un texto funerario con letanías y sortilegios cuyo objetivo era ayudar al difunto a sortear las dificultades que le esperaban en su camino hasta el más allá. Asimismo, en uno de los pozos se han localizado utensilios empleados en los rituales funerarios.

15 de mayo de 2022

Localizada la tumba de un alto funcionario en Saqqara


Un equipo de arqueólogos polaco, dirigido por Kamil O. Kuraszkiewicz, de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad de Varsovia, que excava en la necrópolis de Saqqara, en Egipto, a unos veinte kilómetros de El Cairo, en el marco del proyecto arqueológico del Centro de Arqueología Mediterránea de la misma universidad, ha descubierto en una zona de la necrópolis, conocida como "Foso Seco", la tumba de un alto funcionario del Reino Antiguo, concretamente de la dinastía VI (2305-2118 a.C.), llamado Mehcheczi, que sirvió en la corte del faraón Userkare.

El Foso Seco es una parte del yacimiento de Saqqara, de forma rectangular, que se extiende junto a la pirámide escalonada del faraón Zoser, de la dinastía III (2592-2544 a.C.), y tiene unas proporciones considerables (750 x 600 metros). Hoy en día el lugar se encuentra cubierto por escombros y arena, y no es visible desde el suelo, así que lo que se oculta bajo su superficie solo puede ser observado gracias a la fotografía aérea y las imágenes de satélite. Uno de los hallazgos más recientes del Foso Seco es la entrada a la tumba de Mehcheczi, ubicada en su lado oriental, que los arqueólogos localizaron en octubre de 2021. "Por ahora solo hemos descubierto la fachada del santuario, el interior está a la espera de la próxima campaña de excavación. Probablemente gracias a su buena posición, Mehcheczi pudo contratar a un eficiente equipo de artesanos, ya que su capilla está decorada con relieves de excepcional belleza", ha relatado Kuraszkiewicz.

Aun así, la información que los arqueólogos han podido obtener de los relieves e inscripciones de la capilla de la tumba de Mehcheczi es muy prometedora. De hecho, aún no han podido penetrar en el interior de la tumba, que se halla en un nivel inferior, algo que está previsto llevar a cabo durante la próxima campaña. Así, las decoraciones de la capilla muestran que, entre otras cosas, este personaje ostentó importantes cargos en la corte de Userkare, como el de inspector de la hacienda real, sacerdote de culto de la tumba del rey Teti y, lo más importante, guardián de los secretos del faraón. Según Kuraszkiewicz, esto podría interpretarse como que Mehcheczi "es posible que que tuviera derecho a conocer los documentos que se presentaban en la cancillería real antes de que se hicieran públicos. Pero esto es solo una suposición, porque tenemos muy poca información sobre este período".

Los relieves de la capilla muestran al propietario de la tumba, pero la decoración está inacabada. En los muros aún son visibles los bocetos en tinta negra sobre yeso de cal y los relieves no han conservado la policromía, pero tienen muy buena calidad. "El propio relieve delata una mano excepcionalmente hábil –líneas elegantes, modelado sutil– de un artista al menos tan bueno como el mejor de los autores de relieves de la tumba de Merefnebef", ha declarado Kuraszkiewicz. Merefnebef, cuya tumba (descubierta en 1997 y que conserva en excelente estado su policromía) se halla en las inmediaciones, fue visir del faraón Userkare, y todo indica que Mehcheczi vivió en el mismo período.

21 de diciembre de 2021

El faraón "del brazo fuerte", el nombre perdido de Ptolomeo I


Ptolomeo I, fundador de una dinastía que terminaría con la más famosa de las Cleopatras, la VII, como buen faraón, tenía cinco nombres o títulos protocolarios además del de familia, aunque hasta ahora solo se conocían cuatro. Uno tras otro, el conservador del Museu Egipci Luis Manuel Gonzálvez va señalando sobre tres bloques de piedra que ocupan unos tres metros los símbolos que los identifican en escritura jeroglífica, un buitre, una cobra, un halcón (Horus)…: "Grande en poder", "Aquel que toma poder con su fuerza" (no en vano sobrevivió a la dura lucha por la sucesión de Alejandro Magno, de quien fue uno de sus generales, alzándose rey de Egipto el año 305 aC.), "Escogido de Ra, Amado de Amón", "Hijo de Ra" y..., en medio, el hallazgo: "El de brazo fuerte", nombre que aún no se había identificado y que forma parte del descubrimiento de los restos del templo perdido de Ptolomeo en Hut-nesut (actual Sharuna), anunciado hace pocos meses, por parte de la expedición de la Fundación Arqueológica de Jordi Clos y el museo barcelonés junto con la Universidad alemana de Tübingen y el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.

De documentar este "'grand prix'’", con el que, señala Clos, han entrado en la historia de la egiptología, y de mostrar otros detalles de la excavación del templo, como la reconstrucción exacta en 3D (tras tomar 40.000 fotografías) de diferentes partes del mismo, se ocupa la nueva exposición del Museu Egipci ‘Ptolomeo, faraón de Egipto’, en la que también se profundiza en el reinado de los Ptolomeos (350-30 aC.) gracias a unas 50 piezas de la colección del centro sobre ese periodo.

El templo de Ptolomeo I, que la misión ha averiguado que se llamaba El Palacio Noble del gran Señor y estaba dedicado a Horus y posiblemente a Isis o Hathor, había sido documentado en 1838 por el pintor y egiptólogo Nestor L’Hôte pero después se le perdió el rastro. Hasta que en 1984 algunos campesinos empezaron a hallar restos y, en 2018, la expedición del Egipci, que llevaba excavando en Sharuna desde 2006, halló siete de los 60 grandes sillares de piedra que han recuperado hasta hoy y que formaban parte de la perdida construcción. Habían sido reutilizados por obreros del siglo VI dC para edificar una iglesia copta y que, protegidos de la intemperie y el vandalismo, se habían conservado en perfecto estado, señala el empresario y coleccionistas Jordi Clos.

España devuelve a Egipto las 36 piezas de la operación Hierática


España ha entregado hoy a la República Árabe de Egipto las 36 piezas arqueológicas incautadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la operación Hierática y que se encontraban desde el año 2014 en depósito judicial en el Museo Arqueológico Nacional. Entre las piezas entregadas hoy a la República Árabe de Egipto destacan una cabeza de la diosa leona Sejmet y un vaso canopo con una tapadera de la cabeza del dios Amset.

Las piezas fueron recuperadas por la Sección de Patrimonio Histórico de la UCO en el marco de la operación Hierática, realizada en coordinación con el Ministerio de Cultura y Deporte. Mediante la operación se desarticuló un grupo criminal dedicado al comercio internacional de bienes culturales expoliados en importantes yacimientos.

La operación recuperó 36 piezas arqueológicas que, por sus características y tipología, habrían sido expoliadas en yacimientos arqueológicos egipcios de Saqqara y Mit Rahina mediante excavaciones ilegales.

Dado el valor de los bienes culturales intervenidos, las piezas fueron depositadas y analizadas en profundidad por expertos en el Museo Arqueológico Nacional. Los resultados del estudio realizado por el Departamento de Antigüedades Egipcias y del Oriente Próximo del centro determinaron que el valor superaba el umbral de los 150.000 euros que marca la ley de Represión del Contrabando para diferenciar los delitos de las infracciones administrativas y que por tanto el asunto podía ser judicializado y perseguido como delito.

El acto de entrega de estas piezas ha estado presidido por el embajador de Egipto, Yuoussef Diaeldin, acompañado por el teniente coronel Javier Rogero de la UCO y de Andrés Carretero, director del Museo Arqueológico Nacional.

15 de septiembre de 2021

Se abre al turismo la pirámide del faraón Zoser


Tras 15 años de restauración, Egipto reabrió ayer a los turistas la tumba sur del rey Djoser, de 4.700 años de antigüedad, en la pirámide de Saqqara, informa Reuters.

La tumba, al sur de El Cairo, se encuentra cerca de la famosa pirámide escalonada del faraón de la Tercera Dinastía, la estructura de piedra a gran escala más antigua de Egipto, que a su vez fue cerrada para su restauración hasta marzo de 2020.

Se cree que la tumba del sur, construida entre el 2667 y el 2648 a.C., se construyó por razones simbólicas, o quizás para guardar los órganos internos de Djoser, dijo Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.

Egipto está dispuesto a revitalizar el turismo tras la pandemia de coronavirus y en los últimos meses ha presentado una serie de nuevos descubrimientos y un nuevo museo.

13 de septiembre de 2021

Egiptología nº24 (septiembre 2021)


Bienvenidos al Nº 24 de la Revista Egiptología 2.0, correspondiente al mes de septiembre de 2021. Iniciamos un nuevo periodo cambiando la periodicidad de nuestra publicación, siendo a partir de ahora cuatrimestral. Nuestra finalidad, acercar al publico en general la historia, el arte y la cultura de la antigua civilización egipcia. En este número contamos con nuevas colaboraciones y secciones para acercaros al mundo de la egiptología de una forma amena y sencilla. Una publicación repleta de contenidos apasionantes que esperamos disfrutéis.

Abrimos este nuevo número con un artículo de Ildefonso Robledo Casanova: ‘‘La naturaleza y el cosmos en la religión egipcia.’’

Cuando estudiamos como se desarrolló en sus inicios la religión del antiguo Egipto se intuye que en esos primeros momentos las creencias religiosas hubieron de estar vinculadas, como en tantas otras culturas, con los fenómenos de la naturaleza. El hombre primitivo asistía cada día, atónito, al espectáculo que supone la contemplación de las fuerzas de la naturaleza, y es razonable pensar, que al igual que en tantas otras religiones los primeros dioses y cultos egipcios estuvieran vinculados a todos esos fenómenos que el hombre, realmente, no era capaz de comprender.

En esos primeros tiempos hubo de existir una vinculación muy estrecha entre la religión y lo natural. Parece razonable pensar que esos primeros dioses y cultos, desarrollados en los distintos lugares del valle del Nilo, estuvieran muy estrechamente vinculados con esas fuerzas, lo que explicaría el politeísmo, ya que cada fuerza de la naturaleza fue inicialmente una divinidad y habría de permanecer luego como un atributo de la misma cuando se fue produciendo el proceso de antropomorfización.

En la sección de entrevistas hablaremos con Javier Martínez Babón. Licenciado en historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, amplió su formación académica en la Eberhard-Karls Universität de Tubinga. Javier Martínez alcanzó el doctorado Cum Laude con la tesis: “Historia de la espada curva durante el Imperio Nuevo egipcio”.

Javier Sánchez Páramo nos hablará del factor naval en el Imperio Nuevo, descubriremos los enigmáticos Textos de las Purámides con Heródoto de Halicarnaso, Marco Antonio Loáiciga nos explicará todo sobre Wepwawet: El abridor de caminos, con Julio López Saco conoceremos una nueva visión y conocimiento del antiguo Egipto desde China, Rocío Rivas nos explicará todo sobre la prostitución en el antiguo Egipto, hablaremos del maquillje en el antiguo Egipto con Marta Pérez, con Cláudia Barros conoceremos la figura de Cleopatra VII, Alberto Fernández Boo nos hablará sobre la parábola de Mateo en la gran corte de la faraón Maatkaré, descubriremos todos los detalles de la rebelión de Inaro II con Sabina Espejel, recorreremos las salas del nuevo Museo Egipcio de Melilla y terminaremos conociendo las Pirámides Provinciales con Bartomeu Egea Resino. Todo ello junto con nuestros contenidos habituales y un artículo especial de Alfonso Daniel Fernández Pousada: ’’La afiliación de Amenhotep II al trono: astronomía al servicio del poder’’.

Sumario

7. Entrevistas - Javier Martínez Babón: ‘‘Ya en mi infancia me sentí atraído por las culturas de Egipto y Mesopotamia’’.

11. Testimonios del pasado - Santuario de Anubis.

15. Religión - La naturaleza y el cosmos en la religión egipcia.

21. Vida cotidiana - El factor naval en el Imperi Nuevo.

26. Textos religiosos - Textos de las Pirámides.

31. Mitología - Wepwawet: El abridor de caminos.

37. Historia - Visión y conocimiento del antiguo Egipto desde China.

42. Vida cotidiana - La prostitución en el antiguo Egipto.

46. Vida cotidiana - Maquillaje en el antiguo Egipto.

51. Personajes - Cleopatra VII: Amor, lujo y sangre.

62. Faraones - La parábola de Mateo en la gran corte de la faraón Maatkaré.

68. Personajes - La rebelión de Inaro II.

72. Museos - Museo Egipcio de Melilla.

79. Hoy viajamos a... - Las Pirámides Provinciales.

88. Especiales - La afiliación de Amenhotep II al trono: astronomía al servicio del poder.

129. Novedades editoriales - Cuadernos de notas de los egiptólogos / Howard Carter. Una Vida.

131. Noticias - Noticias destacadas del cuatrimestre.

9 de agosto de 2021

El último viaje de la barca solar de Keops


La barca solar del faraón Keops, la embarcación de madera más antigua y más grande descubierta en Egipto, ha sido cuidadosamente trasladada este fin de semana desde su antigua morada junto a la Gran Pirámide de Guiza al Gran Museo Egipcio, que se inaugurará a finales de este año.

«Después de [...] cruzar las calles de Guiza en un vehículo inteligente, el primer barco de Keops descubierto en 1954 en la esquina sur de la Gran Pirámide ha terminado su largo viaje al Gran Museo Egipcio (GEM)», informó el Ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado.

Este barco solar de 4.600 años, enterrado junto a la cámara funeraria del faraón Keops, de la IV Dinastía, en la creencia de que transportarían a los difuntos a la vida después de la muerte, mide 42 metros de largo y pesa 20 toneladas. Según destacaron las autoridades egipcias, es «el artefacto orgánico más grande y antiguo hecho de madera, en la historia de la humanidad» y el objetivo de su traslado es protegerlo y preservarlo para las generaciones futuras.

Su viaje en un vehículo especial a control remoto, importado especialmente para la operación desde Bélgica, comenzó a última hora del viernes y duró 10 horas, informó la agencia oficial de noticias MENA.

El barco solar, que se exhibía en un museo que lleva su nombre cerca de la Gran Pirámide, fue transportado como una sola pieza dentro de una jaula de metal en el vehículo a control remoto durante 7,5 kilómetros y se convertirá en una de las piezas estrella cuando se inaugure el nuevo museo. Egipto ha publicitado la apertura anticipada del Gran Museo Egipcio en la meseta de Guiza como un importante monumento arqueológico que albergará sus antigüedades más preciadas.

En abril, las autoridades trasladaron los restos momificados de 22 faraones del icónico Museo Egipcio de El Cairo hasta el Museo Nacional de la Civilización Egipcia de la ciudad, en una ceremonia grandiosa.

En un evento televisado cuidadosamente coreografiado, el presidente Abdel Fatah al Sisi saludó los ataúdes que contenían las momias de Ramsés II y de la reina Hatshepsut.

1 de agosto de 2021

Logran ensamblar los fragmentos hallados en una momia


Especialistas en el arte y la historia del Antiguo Egipto lograron reunir dos piezas de la envoltura de una momia de 2300 años de antigüedad y revelaron que estaba cubierta con jeroglíficos del Libro de los Muertos.

Los dos fragmentos de tela se unieron de forma remota después de que el Museo Teece de Antigüedades Clásicas de la Universidad de Canterbury, ubicado en Nueva Zelanda, catalogara en una base de datos online de acceso público la imagen de un fragmento de lino que había sido arrancado de la momia hace tiempo.

Mientras tanto, los historiadores del Instituto de Investigación Getty de Los Ángeles vieron la imagen digital y se dieron cuenta de que poseían un trozo similar de ese sudario que encajaba a la perfección, como una pieza de rompecabezas, con la sección de tela neozelandesa.

“Aunque existe una pequeña brecha entre los dos fragmentos de tela, la escena tiene sentido. El encantamiento tiene sentido y el texto es acertado. Es asombroso poder unir estos fragmentos a la distancia”, celebró Alison Griffith, experta en arte egipcio y profesora en la Universidad de Canterbury.

El Libro de los Muertos fue creado por los egipcios para guiar al difunto a través del más allá. El texto consiste en una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los muertos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través del inframundo y emigrar hacia la otra vida.

“La creencia egipcia era que los difuntos necesitaban cosas mundanas en su viaje hacia y en la otra vida. Por lo que el arte en las pirámides y las tumbas no es arte como tal, sino que se trata de escenas de ofrendas de suministros, de sirvientes y de otras cosas que se necesitan en el otro lado”, indicó Griffith.

Las versiones del Libro de los Muertos variaban de una tumba a otra, pero una de las imágenes más famosas es la determinación del peso del corazón del difunto que se colocaba en un balanza para compararlo contra una pluma, símbolo de la armonía, la verdad y la justicia. Los dioses formulaban distintas preguntas sobre la vida del difunto y el corazón respondía por su portador. De acuerdo con las contestaciones, el corazón aumentaba o disminuía su peso y finalmente Osiris dictaba sentencia. 

Si el corazón era más liviano que la pluma, la sentencia era favorable y el difunto se aseguraba la vida eterna. Por el contrario, si el corazón era más pesado que la pluma, este hecho indicaba impureza y era arrojado a Ammyt, un ser con cabeza de cocodrilo, piernas de hipopótamo y cuerpo de león, que lo devoraba. Esto significaba el final definitivo de la vida sin ninguna posibilidad de resucitación en el más allá.

La tradición de incluir el Libro de los Muertos en las tumbas comenzó con inscripciones escritas directamente en las paredes de los sepulcros durante el final del Reino Antiguo (entre los años 2686 a.C. y 2181 a.C.), y al principio, sólo se ofrecía a la realeza enterrada en Saqqara.

En la época del Imperio Nuevo (alrededor del año 1539 a.C.), se creía que la vida después de la muerte era accesible a todos los que podían permitirse su propio Libro de los Muertos, y el texto pasó a estar escrito sobre los papiros y sobre el lienzo utilizado para envolver los cuerpos momificados de los egipcios que no pertenecían a la realeza.

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