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9 de mayo de 2011

Heracleópolis Magna


Presentación

Heracleópolis Magna, Nen-nesu de los antiguos egipcios y actual Ensaya el Medina, es una ciudad situada en el Egipto Medio a 130 km. al sur de El Cairo, en la actual provincia de Beni Suef. Se halla en la orilla occidental del Nilo, a la entrada del Oasis de el Fayum y muy cerca del brazo del Nilo denominado “Bahr el Yusuf”. Las coordenadas geográficas de la ciudad son: Lat: 29 5 N. Long 30 56 E.




En época faraónica fue la capital del XX nomo del Alto Egipto llamado Naret-Hentet o Naret Superior. Los límites de este nomo son difíciles de precisar, pero tradicionalmente la frontera occidental estuvo situada en la cadena líbica, la oriental en el río Nilo, la septentrional en Abusir el Malaq y la meridional en Deshasha, aunque esta frontera se desplazó hacia el sur en varias ocasiones. El nombre de la ciudad en egipcio sufrió algunas variaciones a lo largo de la historia, entre ellas la de Hut-nen-nesu, de donde se deriva el nombre copto hns y el árabe Ehnasya. Los griegos la denominaron Heracleópolis Magna al identificar al dios principal Heryshef con el griego Heracles.

História de la ciudad

La capital del Nomo XX del antiguo Egipto fue una de las ciudades más importantes en el periodo faraónico y copto. Sus orígenes se remontan a las primeras dinastías según los textos, aunque no tenemos testimonios arqueológicos tan antiguos. El periodo de máximo esplendor se produjo durante el Primer Periodo Intermedio en la llamada “época heracleopolitana”, correspondiente a las Dinastías IX y X; en esta etapa la ciudad fue capital de Egipto hasta el 2040 a.C., cuando se produjeron las luchas con los tebanos y la perdida del control del país por los reyes heracleopolitanos.


El faraón Ramsés II construyó un buen número de monumentos en la ciudad y durante el Tercer Periodo Intermedio la capital se convirtió en el fiel de la balanza entre los reyes tanitas del norte y los sumos sacerdotes del sur, con una colonia de la tribu libia de los mashawuesh instalada en la ciudad. En época romana, copta y bizantina, la ciudad continuó su esplendor. La posición geográfica del nomo proporcionó a sus habitantes el control de acceso al oasis de El Fayum y a las rutas caravaneras entre el Nilo y los Oasis Libios.

Excavaciones no españolas

1891: Excavaciones de Naville en Sedment y Heracleópolis, hallando capiteles junto a la Kenisse y una parte del Templo de Herishef. Ofrece un plano del lugar.

1889: Wilcken halla papiros griegos, coptos y árabes y algunas casas cuyo emplazamiento exacto se desconoce. Algunos papiros fueron publicados por Shaeffer quien tambien nos legó un plano del lugar.

1904: Petrie continúa los trabajos en el Templo de Heryshef, descubrió Kom el Dinar y algunas casas de época romana.

1915: Hallazgo de Kom el Akareb. Descubrimiento de dos grandes estatuas de Ramsés II expuestas hoy en el Jardín del Museo egipcio de El Cairo.

1947: Hallazgo de varias estelas de la Dinastía XXII por parte del Servicio de Antigüedades Egipcio.

1961: Ahmed Tahar descubre los restos de un templo greco-romano.

1986-88: Excavaciones de Mokhsen el Kady realizando hallazgos de época greco-romana.

1986 - 2000: Ahmed Galal realiza Excavaciones en Ehnasya, en Kafar el-Khouledy, en el-Masharka, en el-Sheikh Soleman, en Sheikh Harb, y en Houd el-Maamal, en Abusir el Malaq en 1987-88 y en Sedment el Gabal entre 1996-1977.

2009: Ahmed Gaber realiza trincheras de prospección en torno a la valla que rodea el yacimiento, con motivo de la construcción de una carretera.

La misión arqueológica española

Tras la campaña de Nubia, con motivo de la construcción de la presa de Asuán, el gobierno egipcio concedió a España el permiso para excavar en la ciudad de Heracleópolis Magna.

En 1966 comenzaron los trabajos, dirigidos por Martín Almagro, que se centraron en el patio del Templo de Heryshef donde fue hallado un coloso de Ramsés II.


Este mismo año comenzaron los trabajos en la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio, situada al sur de la ciudad. Dos años después, en 1968, se reanudaron las excavaciones y fue hallada la necrópolis del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio, lugar donde se continuó trabajando en 1969, 1976, 1977 y 1979, siendo directores de campo López y Presedo.

Durante la campaña de 1977, Fernandez encontró la capilla central del cementerio del Tercer Periodo Intermedio.

En 1979 las excavaciones fueron interrumpidas hasta 1984, año en que fue designada directora de la Misión M. Carmen Pérez Die. Desde entonces y hasta la actualidad, las campañas arqueológicas han tenido lugar anualmente durante aproximadamente un mes y medio.

Los trabajos principales se han centrado en la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio, la necrópolis del Primer Periodo Intermedio / inicios del Reino Medio y el Templo de Heryshef, como se indica en el plano topográfico del lugar.


Desde 1984 el objetivo fue realizar un proyecto de investigación multidisciplinar cuyo fin principal es la integración de la ciudad y su territorio en el proceso histórico que tuvo lugar en las orillas del Nilo durante varios milenios. El objetivo concreto del proyecto es, pues, estudiar, conocer y divulgar la historia de Heracleópolis Magna y su provincia, incidiendo en aspectos concretos como su situación geográfica, su urbanismo, los recursos económicos del nomo, la explotación del medio, la arqueología del paisaje, el arte, la religión, la economía, la sociedad, las creencias funerarias, la arquitectura, la presencia de pueblos extranjeros en la región y su grado de aculturación y sobre todo los momentos de máximo esplendor de la ciudad.

Conservación y restauración

La finalidad de las diversas actuaciones de conservación-restauración en Heracleópolis Magna se pueden resumir en dos objetivos fundamentales: recuperar toda la información histórica-arqueológica que el yacimiento proporciona mediante la conservación de todos los hallazgos, y devolverles a los materiales compositivos la cohesión, homogeneidad e identidad perdidas.

Los trabajos principales consisten en:

a- Intervenciones en el yacimiento.

Se desarrollan en las Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio y del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio y a partir del próximo año en el Templo de Heryshef; Las intervenciones consisten, fundamentalmente, en tratamientos de recuperación, consolidación, estabilización y reconstrucción de los recintos funerarios y de las cámaras que se excavan y se conservan in situ, lo que proporciona a las necrópolis una coherencia e identidad similares al original. En la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio se han reubicado y remontado en el mismo lugar de su aparición las losas del techo de la Tumbas 1, 2, 4, 6 y 7 ya que en la mayoría de las tumbas aparecieron rotas y caídas en su interior; Para ello han sido utilizados unos conjuntos modulares formador por soportes horizontales encastrables, de 400 o 600 mm de longitud útil, realizados con dos tubos de acero de alta resistencia, de sección rectangular, paralelos, unidos por tubos circulares del mismo material, soldados. Asimismo se han utilizado soportes puntuales que están formados por una varilla de acero de alta resistencia, roscada, con uno de sus extremos preparado para recibir el apoyo del elemento a sustentar, y puntales de doble regulación, rigizadores. A través de estos elementos, uniéndolos a los puntales telescópicos, se consigue formar conjuntos altamente estables. Sobre ellos se colocaron una serie de placas soporte formadas por Aerolam F-Board, muy ligero, de gran resistencia mecánica, tanto a la compresión como a la flexión, sobre las que se asientan las losas del techo. Las grietas, lagunas.


y uniones entre los bloques de piedra se reintegraron y “sellaron” con mortero prefabricado Parrot´s Mix nº 4 mezclado con pigmentos ocres y óxidos de hierro, y argamasas de cal hidráulica mezclada con arena.

En la necrópolis del Primer Periodo Intermedio se han restaurado las cámaras de piedra y de adobe algunas con decoraciones pintadas y, posteriormente, se han protegido, tapado, y conservado in situ. Han sido restauradas varias sepulturas que conservan pinturas con pigmentos a base de carbonato de calcio, tierras ocre y roja, cuarzo, calcita, carbón, óxidos de hierro y oxalato de calcio. Las intervenciones han consistido en: limpiezas mecánicas en seco y combinadas con disoluciones hidroalcohólicas para quitar la tierra y el barro adheridos a las paredes; para ello se han empelado palillos de madera de almendro, torundas de algodón, bisturí, espátulas de madera, brochas y cepillos suaves. Al finalizar la restauración las sepulturas volvieron a rellenarse con arena lavada sobre lámina geotextil, con el fin de preservarlas frente a la exposición medioambiental.

b) Intervenciones en el laboratorio.

Se han intervenido una gran variedad de objetos de diversa tipología y morfología, como Falsas Puertas, Mesas de ofrendas, fragmentos decorados con relieves y pinturas de caliza, recipientes cerámicos y otros de pequeño formato, vasos canopos, ushebtis y otros objetos de alabastro, hueso y, raramente, pequeños objetos de metal.


Los tratamientos son de tipo conservativo con el fin de estabilizar los objetos mediante secados paulatinos combinados con limpiezas mecánicas, desalaciones, pegado y uniones con adhesivos reversibles y reintegraciones de lagunas con argamasas ligeras y mezclas a base de estuco o escayola dental. Al finalizar la restauración, para evitar la manipulación directa de los objetos se incluyen en cajas especialmente diseñadas.


Los objetos muebles (falsas puertas, mesas de ofrendas, vasos canopos) se embalan en cajas de madera con el interior protegido a base de poliuretano expandido y láminas de espuma de polietileno blanco, para conseguir un aislamiento térmico y de la humedad; estos materiales se adaptan a la morfología de los objetos y presentan buena absorción ante el impacto y las vibraciones. Para el embalaje de los ushebtis se han utilizado planchas de espuma de polietileno blanco de 10 cms. de grosor, en las que se efectúan cavidades con la misma forma que las figuras de fayenza que quedan encajadas de forma individualizada en cada hueco. El exterior de las cajas lleva la foto e identificación de cada objeto, así como símbolos de la posición y manipulación correctas.


c) Conservación preventiva.


En el yacimiento las tareas de conservación preventiva están orientadas a la revisión de los materiales expuestos a la intemperie; para ello se supervisan cada año las estructuras murales de adobe y piedra mediante controles y testigos para determinar si se producen movimientos o desplazamientos de losas, argamasas y paredes de adobe, en cuyo caso, se realizan labores de consolidación, refuerzo y construcción de soportes en los recintos tumbales.

Localización


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