El vaso canopo fue hallado en Egipto, y es el recipiente, empleado en el Antiguo Egipto, donde se depositaban las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo. Estos vasos se introducían en una caja de madera que, durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
En este caso el vaso alberga las vísceras de un toro, que era adorado en Heliópolis, una importante ciudad del Antiguo Egipto, capital del nomo XIII del Bajo Egipto, y que estaba situada al nordeste de la ciudad de El Cairo (cerca del actual aeropuerto), un poco alejada de la ribera occidental del Nilo, a la que estaba conectada mediante un canal.
El vaso del dios-toro estaba relacionado con Atum, dios creador "El que existe por sí mismo", un dios solar en la mitología egipcia y en sus incripciones se menciona a Neith, antigua diosa de la guerra y la caza, posteriormente creadora de dioses y hombres, divinidad funeraria, diosa de la sabiduría e inventora y también aparece el nombre de Duamutef.
La pieza se exhibe de forma permanente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, (España), con el número de inventario 1973/44/1.