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29 de julio de 2015

''Los antiguos gobernadores de Elefantina van a contarnos muchas cosas''


En marzo de 2015 finalizó la sexta campaña de excavaciones en Qubbet el-Hawa, en la región más meridional de Egipto, el emplazamiento de la antigua Elefantina, un territorio fronterizo entre Egipto y Nubia. Alejandro Jiménez, de 40 años, dirige este proyecto arqueológico de la Universidad de Jaén, que año tras año divulga sus hallazgos abiertamente, provocando asombro y admiración en el gran público.

No hay faraones ni oro en abundancia, pero sí unas tumbas impredecibles que contienen toda la opulencia de las clases gobernantes de Elefantina. "Parece claro que pertenecían a dos etnias diferentes: una de tipo mediterráneo y otra negroide procedente de Nubia. Esto nos confirma que, ya por entonces, la riqueza étnica de Elefantina se trasladaba a las élites", explica el egiptólogo en esta entrevista, en la que revela nuevos hallazgos, entre ellos la tumba de la madre de Sarenput I, la matriarca del clan que gobernó en esta región fronteriza.

- Los hallazgos en la colina de Qubbet el-Hawa se repiten cada año. ¿Acaso las tumbas han pasado desapercibidas durante siglos?
Las excavaciones que han precedido al proyecto de la Universidad de Jaén han sido pocas porque Asuán no estaba tan bien comunicada como otras partes de Egipto. Además, los investigadores generalmente se han visto seducidos por aquellas necrópolis en las que fueron enterrados los altos personajes de la administración central, ya que desde el punto de vista artístico o epigráfico tenían más posibilidades de contener "un tesoro iconográfico o literario". En Qubbet el-Hawa las tumbas se excavaron en un principio con la intención de descubrir "cosas bonitas", sin una planificación científica, y más tarde se centraron en un período y en un grupo de tumbas muy concretas, las contemporáneas a Pepy II, de la sexta dinastía. Por ello hay numerosas zonas de la necrópolis que siguen enterradas desde hace milenios.

- ¿Hay muchas puertas falsas y pozos profundos de difícil acceso?

En Qubbet el-Hawa fueron enterrados los gobernadores, sus familiares más directos y las cortes que los servían. Durante el Reino Antiguo y el Primer Período Intermedio, las puertas falsas eran el espacio de comunicación entre el difunto y los vivos, por lo que, si se podía, se tallaba una puerta falsa. Por tanto, el número de estas en Qubbet el-Hawa es enorme. Los pozos, en cambio, constituían el acceso a las cámaras sepulcrales en la mayoría de los complejos funerarios. Hemos detectado que, a finales de la dinastía XII, los pozos se hacían más y más profundos, seguramente para dificultar los futuros saqueos. Esto nos está impidiendo trabajar más rápidamente en el pozo principal de la tumba 33, de unos trece metros de profundidad.

- ¿Qué dificultades presenta este pozo?

Además de la profundidad, también nos hemos encontrado con una gran cantidad de material que colmataba parte del pozo y que hemos tenido que documentar. Tras solucionar este problema hemos hallado una cámara con seis enterramientos intactos de la dinastía XXVI, cuyos sarcófagos de madera habían sido atacados por xilófagos como las termitas. Esto ha ralentizado mucho el trabajo porque en la cámara tienen que trabajar arqueólogos, epigrafistas y conservadores mano a mano y en un espacio muy reducido. Dentro de la cámara tienen que decidir el mejor método para salvar el material sin perder información y, después, extraerlo. Entonces se presenta un nuevo problema y es que el pozo fue construido para introducir los sarcófagos de forma vertical y no horizontal, lo que vuelve a dificultar la extracción del material consolidado.

- ¿Ahí se encuentran los enterramientos más antiguos?

Debajo de estos ataúdes hay una gran cantidad de material de la dinastía XVIII, cuando fue ocupada por primera vez la tumba de los gobernadores de la dinastía XII. Debajo, esperamos encontrar los restos de los primeros enterramientos y de, al menos, dos mujeres.

- Habéis hallado objetos de factura exquisita. ¿Estas tumbas son ricas en comparación con las de otros gobernadores?

Las tumbas de los gobernadores de Elefantina durante la dinastía XII son similares en tamaño a las de otros gobernadores de otras provincias. Sí que sorprende su magnífica factura, que estaría relacionada con el establecimiento de un grupo de artesanos reales en Elefantina por orden de Sesostris I, como premio a las buenas labores del gobernador Sarenput I. Resulta difícil saber si eran más o menos ricos que los gobernadores de otras provincias. Lo que marcaba la diferencia, bajo mi punto de vista, era que tenían acceso a ciertos productos procedentes del centro de África o Nubia, ya que eran ellos los que los recibían y reenviaban al palacio. Asimismo, debieron de mantener un contacto "privado" con las poblaciones nómadas de los desiertos oriental y nubio, de donde debieron de adquirir materiales o productos exóticos.

- ¿Nubios y egipcios se mezclaron en el poder?

De momento hemos detectado una composición de grupos humanos muy parecida a la actual, formada por poblaciones mediterráneas, comúnmente denominadas egipcias, nubios y poblaciones negroides del desierto oriental, los bedja o bishrain. Las etnias convivieron en la misma región, pero sus intercambios no fueron tan comunes como pudiéramos pensar de unos vecinos. De nuevo recurrimos a la actualidad para confirmar que, si bien eran normales los matrimonios mixtos entre las diferentes etnias, los matrimonios más comunes eran entre los individuos del mismo grupo. Las razones actuales no tienen por qué ser las mismas que antes, pero hemos de tener en cuenta que los matrimonios reforzaban el patrimonio y evitaban su dispersión. También garantizaban la protección alimenticia de los miembros de una comunidad, máxime en períodos de malas cosechas, que eran recurrentes.

- La tumba de Sarenput II, excavada durante esta última campaña, ¿pertenece a todo este entramado de tumbas?

Fue una sorpresa y un descubrimiento inesperado. Estábamos buscando pozos similares al de la tumba 33, más o menos contemporáneos, y nos decantamos por la tumba de Sarenput II, quien fue el abuelo de Heqaib III y de Ameny-Seneb, los gobernadores enterrados en la tumba 33. Los planos de las zonas interiores eran muy vagos y las descripciones casi fantásticas. En 2013 solicitamos un permiso para hacer un plano de esas zonas y nos encontramos con que nadie las había excavado. En 2015 conseguimos el permiso para excavar los pozos y las cámaras sepulcrales y nos sorprendieron los restos de los ajuares por su calidad y delicadeza. Lamentablemente, no puedo dar más detalles porque todavía los estamos investigando.

- También habéis hallado una decena de enterramientos intactos, entre ellos el de la madre de Sarenput I, la iniciadora del clan.

Se trata de un descubrimiento bastante importante por las posibilidades de análisis que nos ofrece. Por primera vez en la arqueología egipcia vamos a poder analizar el ADN de diferentes generaciones de una familia de gobernantes. Los resultados nos podrán dar mucha información sobre el tipo de relaciones y forma de vida que tenía este segmento de la sociedad. Respecto al contenido del enterramiento, de nuevo siento no poder adelantar nada porque esperamos dar más detalles en el futuro.

- ¿Queda descartada la posibilidad de hallar la tumba de un faraón?

Aunque en la arqueología nunca puedes dar nada por seguro, en este caso podemos afirmar sin equivocarnos que no se enterró ningún faraón en la colina de Qubbet el-Hawa. Sin embargo, parientes cercanos de un rey, como una princesa, sí que pueden reposar o haber reposado allí. De hecho, durante la dinastía XIII hubo un gobernador de Elefantina cuya madre se titulaba "Hija de rey". Lo que nos interesa no es tanto el pedigrí del difunto como la información que nos proporcione y, en ese sentido, los miembros de la familia gobernante de Elefantina van a contarnos muchas cosas.

Artículo: Alec Forssmann.

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