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5 de octubre de 2014

Las primeras momificaciones


Durante la época predinástica, los egipcios se enterraban en la arena sin ataúdes, lo cual hacía que los líquidos de la descomposición (la autolisis) fueran absorbidos por la arena, a lo cual se sumaba luego el tremendo calor del desierto y, combinados, deshidrataban por completo el cuerpo y lo convertía en una momia natural.

Pasado el tiempo, las diferencias sociales llevaron a los más pudientes a enterrarse dentro de ataúdes de madera, que señalaban su mayor disponibilidad de recursos; pero que, al mismo tiempo, los aislaban de la arena e impedían la momificación natural. ¿El resultado?, que los "ricos" tenían tumbas más "pintonas", pero sus cuerpos se descomponían y los de los "pobres" no. Como, evidentemente, entre los "ricos" se contaban los reyes, no hubo más remedio que inventar un procedimiento que impidiera la putrefacción de los cadáveres y permitiera que se conservaran para la eternidad enterrados dentro de su ataúd. Así fue como habría nacido la momificación en Egipto. Al menos esto es lo que se pensaba hasta que a finales del siglo XX se produjo un inesperado hallazgo en Hieracómpolis.

Fue allí, donde -siguiendo los más rígidos criterios del viejo Murphy para las excavaciones arqueológicas-, el último día de la campaña de 1997 de se encontró la intacta tumba 71. Rodeado de ocho cacharros de cerámica había un cuerpo enterrado envuelto en un sudario y bajo la protección de una estera. El cadáver, que debido a su pelo corto al principio se tomó por el de un hombre, estaba esqueletizado, pero ¡presentaba los primeros restos de momificación conocidos¡ Su cuello y manos estaban envueltos y acolchados con lino empapado en resina y realizado con esmero: la piel sólo estaba en contacto con lino de gran calidad, mientras que las capas exteriores eran de tela cada vez más grosera.

Pero el detalle que demostró que se trataba de una momia, y no sólo de un peculiar estilo de adorno vestimentario, es que uno de sus órganos internos fue envuelto en lino empapado de resina antes de ser retornado a la cavidad pectoral. Una prueba irrefutable de que la práctica de eviscerar cadáveres para retrasar la putrefacción del cuerpo ya se estaba practicando en el año 3500 a. C. y no comenzó en el Reino Antiguo, como se creía hasta ahora.

Detalle de uno de los cuerpos de Hieracómplois.

No se trató de un caso aislado o un ejemplo único, porque la tumba 25 del cementerio HK6, así como la tumba 16 (una mujer de unos 30 años) y la tumba 85 del cementerio HK43 de Hieracómpolis demostraron poseer momias semejantes... y algunos misterios, porque al cuerpo de la tumba 85, bautizado como Paddy (una joven de entre 16 y 20 años) le cortaron el cuello (literalmente) antes de acolcharlo con lino empapado en resina. La investigación al respecto de los motivos (¿un asesinato, un ritual?) continúa.

Hieracómpolis era la capital de uno de los tres proterreinos (los otros dos eran Nagada y Abydos) que dominaban por entonces el sur de Egipto, los cuales terminarían por amalgamarse posteriormente y conquistando todo el valle del Nilo para dar lugar a la I dinastía en torno al 3100 a. C.

Resulta lógico, por lo tanto, que en el yacimiento aparezcan muchos "primeros" de la historia de Egipto. Claro, que un reciente estudio puede quitarle la distinción de poseer las primeras momias egipcias, que pasarían a ser las enterradas en el cementerio deMostaggeda, cerca de la moderna Asyut (en el Medio Egipto). Se trata de cuerpos de una necrópolis badariense, el más antiguo de los períodos en los que se divide el Predinástico egipcio, fechado entre el 4400 y el 4000 a. C.

La investigadora Jana Jones y sus colegas de la Macquarie University de Sydney (Australia) han estudiado unas cincuenta muestras de restos textiles que se conservan en el Museo de Bolton(Inglaterra) desde hace más de cien años. En todas ellas han encontrado que aparecen empapadas con un producto compuesto de unas tres cuartas partes de grasa animal mezclada con una pequeña cantidad de resina, extractos de plantas aromáticas, azúcar o goma vegetal y petróleo natural.

Una de las muestras textiles que se conservan el el Museo de Bolton desde hace 100 años. 

Dado que la resina posee una cierta capacidad antibacteriana, se ha sugerido que la mezcla habría sido derramada sobre los cuerpos badarienses a modo de tratamiento embalsamador, convirtiéndolas así en los primeros intentos de conservación de cadáveres en Egipto. Desgraciadamente, la investigación no va a poder profundizar mucho más, porque a principios del siglo XX, cuando se desenterraron estas tumbas, los cuerpos de las mismas no eran considerados algo digno de ser conservado y fueron desechados. No se trataba de algo que uno quisiera llevarle al patrocinador de la excavación, que por entonces tenía derecho a la mitad de los hallazgos realizados.

En cualquier caso, a pesar de que la fecha de la aparición de las momias egipcias pueda retrasarse hasta el 3500 a. C. (cuerpos de Hieracómpolis) o incluso el 4400 a. C. (cuerpos de Mostaggeda) siguen quedándose lejos de las momias más antiguas del mundo, las de la cultura chilena de Chinchorro, fechadas en el 6000 a. C.

Artículo: José Miguel Parra.

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