Novedades editoriales

15 de octubre de 2012

Entrevista a la presidenta de la Asociación Española de Egiptología, Rosa Pujol: "Esto empezó siendo el sueño de unos pocos románticos"


Una persona alegre, vital y con el aire de quien vive una gran pasión me recibe en la pequeña pero acogedora sede de la AEDE en Madrid. En el transcurso de la charla, que durará casi tres horas, descubriré que esa pasión que se adivina en Rosa Pujol se divide entre el Antiguo Egipto y su pequeño nieto, quien, según me cuenta, no hace castillos de arena en la playa sino pirámides y sueña a sus cinco años con viajar al País del Nilo con "personas que me hablen, como tú, sobre la vida de los egipcios". Y es que los genes se heredan y los que transmiten ese interés casi obsesivo por indagar más en aquella cultura permanecen inalterados y se transmiten de generación en generación. No hay más que pensar en otro "niño precoz", Jean François Champollion, Padre de la Egiptología.

Me gustaría que me hablaras de los comienzos y de lo que representa la AEDE dentro del panorama de la Egiptología en España.

Las dieciséis personas que fundaron una asociación que disponía de tan pocos medios que, en un principio, no contaba ni con un lugar donde reunirse (lo hicieron, por turno, en sus propios domicilios) fueron auténticos pioneros. Tiempo después pasaron a celebrar estas reuniones en el Club Urbis y posteriormente entraron en contacto con el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos donde les habilitaron un despacho. Mucho tiempo después tuvimos nuestra propia sede aquí, en Paseo de la Habana, 16. Nuestra primera presidenta fue la doctora Carmen Pérez Die, cuya importante labor al frente de las excavaciones de Heracleópolis Magna y como conservadora de la colección egipcia del Museo Arqueológico Nacional es de todos conocida. Somos decanos en España de las asociaciones egiptológicas y, en un principio, gracias a ser Carmen su directora, tuvimos una especial vinculación con las excavaciones de Heracleópolis. Posteriormente pasamos a cofinanciar algún proyecto pequeñito y hemos tenido el honor de colaborar activamente, durante cinco o seis campañas, en los trabajos del Proyecto Djehuty.

En la actualidad estamos cofinanciando el proyecto que la Universidad de Jaén desarrolla en la necrópolis de Qubbet-el Hawa (QH33), bajo la dirección del doctor Alejandro Jiménez Serrano. En las campañas pasadas se han hallado cosas extraordinarias, algunas de las cuales (las que hasta el momento tienen permiso para ser divulgadas) pueden consultarse en la página web de nuestra asociación (www.aedeweb.com). Se trata de una tumba prácticamente inédita. Te puedo dar un detalle: cuando se empezó a excavar desde lo que parecía tan sólo una pequeña abertura, se descubrió una puerta de acceso de cuatro metros. Eso da una idea de la magnitud del proyecto con el que se enfrentaban. La política de la AEDE es tratar de ayudar a los que empiezan y todavía no cuentan con las ayudas suficientes. De momento estamos muy volcados en el proyecto de Assuan y es difícil, muy difícil, que nos diversifiquemos, ya que una asociación sin ánimo de lucro como la nuestra cuenta sólo con la cuota de los socios y el ingreso de los cursos que organizamos. Y, por cierto, debo decir que hay algunos profesores y ponentes que se niegan a cobrar; lo hacen sólo por amor a la Egiptología.

Sin embargo, financiar un proyecto es algo muy costoso y muy complicado. La asociación ofrece la posibilidad a los excavadores de que nos hablen de sus proyectos, a través de conferencias, ex cursus, cursos monográficos etc. También fomentamos la presentación de libros de carácter científico escritos por nuestros socios. Y algunos de ellos han publicados títulos importantes. El último que hemos presentado ha sido "Amarna, la ciudad de Ajenatón y Nefertiti", de Teresa Armijo, gran conocedora del periodo de amarniano. Su libro tiene más de mil páginas de interesantísima lectura. Y hace poco lo hicimos con el que Jorge Rubio acaba de escribir sobre Tutmosis III y su reinado, del que es un verdadero especialista. Nuestro boletín anual figura en todos los índices de publicaciones científicas y todos los trabajos editados son sometidos a un examen riguroso a cargo de un comité de expertos que garantiza su calidad y rigor. Por otra parte, las redes sociales y nuestra página web se han mostrado muy útiles a la hora de difundir nuestras actividades.

¿Me podrías comentar vuestros planteamientos metodológicos y las principales actividades que desarrolláis a lo largo del año?.

Nosotros nos dedicamos a la Egiptología científica. Ese interés por explotar el aspecto esotérico de la cultura egipcia hace muchísimo daño, porque una cosa es divulgar y otra muy distinta la elucubración sobre supuestas maldiciones, pseudo teorías sobre orígenes extraterrestres, la piramidología etc. Por no hablar del poder que alguna gente atribuye a ciertos talismanes… Nuestros cursos van dirigidos a un público amplio, no necesariamente especializado, por lo que hacer hincapié en la labor didáctica desde el principio es muy importante. Pedimos a los profesores que no den nada por sabido. Es muy diferente decir: "Durante el Festival Heb Sed del reinado de Sesostris I"; a decir: "Durante el Festival Heb Sed de Sesostris I, festival que, como ustedes saben, cada faraón celebraba a los 30 años de reinado para revalidar sus poderes en el trono"…Creo que queda claro lo que quiero decir. Ofrecemos anualmente un curso de Egiptología y cursos de lengua egipcia: tres niveles de escritura jeroglífica y el "taller" de traducción, en el que se trabaja sobre textos ya traducidos pero en los que se aportan nuevos enfoques linguísticos a la luz de las investigaciones más recientes. Este año, por cierto, el curso de Egiptología, que comienza el 26 de octubre, analizará la figura de determinados faraones y sus correspondientes periodos de reinado. La asociación participa asimismo en jornadas, cursos y seminarios que puedan realizarse en cualquier otra región de España.

Una pregunta que suelo hacer cuando entrevisto a especialistas en la cultura egipcia es acerca del lugar que ocupa hoy la Egiptología en el ámbito universitario español ¿Se ha avanzado algo para situarla en el lugar que merece?.

Queda aún mucho camino por recorrer. Nosotros no hemos sido un país excavador y esa falta de tradición se refleja en las modestas colecciones egipcias de nuestros museos, si las comparamos con las que se exhiben en países como Francia, Alemania, Italia o Gran Bretaña, que sí la tuvieron. Quizá lo más interesante fue lo que el cónsul Eduardo Toda, pionero de la Egiptología española, extrajo de la tumba de Sennedjem, a fines del siglo XIX, y que fue donado al Museo Arqueológico Nacional. No existe una cátedra de esta especialidad, con lo cual la única manera de licenciarse o doctorarse en Egiptología es haciéndolo fuera de España. Existe un gran interés entre los jóvenes y esto se ve en la cantidad de estudiantes que acuden a los cursos y conferencias, pero la colaboración real con la universidad por parte de asociaciones como la nuestra es siempre una especie de asignatura pendiente. Tampoco ayuda esa creciente atomización de las asociaciones egiptológicas de carácter privado. Sería importante, creo, que tendieran a englobarse en las que de verdad tienen peso específico.

Casi coincidiendo con la efeméride las Bodas de Plata, se cumple un año de tu elección como presidenta. Con motivo del vigésimo aniversario hubo también unos actos especiales e incluso la Reina Sofía, gran amante de la cultura egipcia, asistió a la inauguración. ¿En qué van a consistir los actos conmemorativos del XXV aniversario?.

Tendrán lugar los días 19, 20 y 21 de octubre, en una sala que tiene un aforo aproximado de doscientas personas, y en el entorno de un lugar tan privilegiado como el Museo Lázaro Galdiano. Lo hemos concebido como un homenaje a aquellos dieciséis pioneros que fundaron la AEDE, algunos de los cuales no tienen relación directa con la Egiptología. Sin embargo, muchos de ellos sí que la tienen y podemos decir con orgullo que constituyen sus pilares en España: Miguel Jaramago, Juan Fernando Quesada, Juan Ramírez Lázaro, Antonio Pérez Largacha, Jorge Rubio, María José López Grande, son algunos de estos nombres.

Las jornadas van a centrarse en los hallazgos arqueológicos más recientes y participarán conferenciantes que tienen misiones de campo. Hemos buscado las excavaciones más importantes del momento. Algunos ponentes nos hablarán de sus trabajos concretos y otros de aspectos más generales; como por ejemplo Mohamed el Bialy que hablará del presente y el futuro de las excavaciones. Hourig Sourouzian nos ilustrará sobre sus trabajos en el templo de Amenhotep III, en Kôm-el-Hettan, yacimiento que aporta con frecuencia maravillosas sorpresas en forma de colosos o estatuas. Otro grande, Mansour Boraik, responsable del rescate de toda la avenida de esfinges, dará cuenta de las recientes excavaciones frente a los templos de Karnak. Por otra parte, Salima Ikram, autoridad mundial en temas de momificación disertará, claro, sobre momias y prácticas de momificación en Tebas desde el Imperio Nuevo en adelante.

¿Y en cuanto a la participación española?.

Será de primer orden. Te puedo citar, por orden de intervención, la conferencia de nuestra ex presidenta, Carmen Pérez Die, que hablará sobre los resultados recientes y las perspectivas futuras del Proyecto Heracleópolis Magna. La de José Manuel Galán, director del Proyecto Djehuty -que es acaso el trabajo con más repercusión mediática de todos los llevados a cabo por misiones españolas en Egipto- con una conferencia sobre el escriba Djehuty y la cultura escrita en la época de Hatshepsut. Myriam Seco nos podrá al corriente de sus excavaciones en el Templo de Millones de Años de Tutmosis III. Y, por supuesto, contaremos con la presencia de Alejandro Jiménez Serrano, que cerrará las jornadas con una charla sobre las excavaciones del Qubbet-el- Hawa. Hay mucha gente importante que se ha quedado en el tintero, pero en tres días era imposible incluir más ponencias. Pero lo importante es que "son todos los que están" y que iniciativas así, en el terreno cultural, no son nada abundantes y merecerían tener mucha más repercusión en los medios de comunicación y, por supuesto, mecenazgo estatal.

La conversación aún se alargó mucho más aquella mañana del primer día en que verdaderamente notamos que era otoño en Madrid: Amarna, la desolación impregnada de magnetismo de aquel lugar elegido por Ajenatón para edificar su capital, una ciudad efímera y fantástica que fue arrasada tras la desaparición del "Faraón Hereje". "La tumba perdida", el último libro de Nacho Ares. La delicada situación que atraviesa el país y la repercusión que pueda tener en las misiones arqueológicas… ¡Cuántos temas para hablar sobre Egipto! Abandoné aquel despacho con la ilusión y las ganas –como aquel niño- de aprender mucho más.

Artículo: Luis del Palacio.

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