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14 de agosto de 2011

El parto en el Antiguo Egipto


Las egipcias daban a luz en los domicilos, en los cobertizos hechos de ramas situados en el jardín o en el tejado de la vivienda, donde permanecían las dos semanas siguientes al parto. Este tiempo servía para la purificación, pues consideraban que era impura durante su estado.

Se agachaban con cuatro ladrillos rituales que representaban a Mesjenet (diosa femenina relacionada con la maternidad, protectora en el parto y la infancia) mientras las comadronas ayudaban. Pero en realidad se utilizaba el “taburete de nacimiento”, que era un asiento con un agujero suficientemente grande para que pasara el bebe, o bien parían agachadas asistidas por una comadrona que invocaban a los dioses y colocaba en la tripa de la embarazada compresas hechas con cañas para acelerar el parto. Cogían al bebe en sus manos, facilitaban la expulsión de la placenta con duchas de aceite tibio que contenían trozos triturados de una vasija hecha recientemente.

Mitigaban los dolores de la madre con bebidas embriagantes, principalmente cerveza o dando masajes con polvo de azafrán disuelto en cerveza o polvo de mármol disuelto en vinagre. Aunque la placenta se conservabapara hacer remedios médicos.

Hay algunas sugerencias en ciertos papiros escritos de que los desgarramientos parineales se suturaban después del parto, como un papiro que se refiere a "volver a unir la vagina".

El cordón umbilical era cortado con un cuchillo especial, después de la expulsión de la placenta, ambos tenían asociaciones mágicas y se creía que eran como un doble de la criatura. La placenta era enterrada en la casa o arrojada al Nilo para asegurar la supervivencia del niño, el cordón se dejaba secar y se conservaba para acompañar al individuo incluso a la tumba. La madre mordía su propia placenta ya que le otorgaba un gran valor simbólico.

Para eliminar las estrías formadas después del parto, se aplicaban ungüentos de varios tipos. Las de alto linaje preferían aceite de Behen. Para evitar grietas en los pezones, los médicos utilizaban productos a base de caña, fibras vegetales y juncos. Para prevenir el parto prematuro se trenzaba el cabello a la mujer, con el fin de ahuyentar los demonios del seno materno.

Cuando era imposible la expulsión del bebé por vías naturales se recurría a la cesárea.

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