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15 de mayo de 2011

Cosméticos del antiguo Egipto


Hace 4.000 años los antiguos egipcios producían maquillaje medicinal usando compuestos de plomo. Hoy, cuando el uso de compuestos de plomo está prohibido por su toxicidad, un equipo de científicos franceses ha comprobado que a bajas dosis, los compuestos de plomo pueden tener un efecto medicinal.

Los investigadores encontraron que los óxidos de plomo a bajas concentraciones producen óxido nítrico, una molécula que activa el sistema inmune, por lo que el maquillaje basado en estos compuestos de plomo, por ejemplo, puede limitar la proliferación de bacterias donde existe una infección ocular.

Los estudios demostraron que dichos compuestos impulsaban la producción de óxido nítrico hasta en un 240% en cultivos de células de piel humana. El óxido nítrico impulsa al sistema inmune para ayudar a combatir las enfermedades. A raíz de esto, podemos comprender mejor por qué los antiguos egipcios consideraban sus cosméticos como emanaciones de los ojos de los dioses Horus y Ra y que servían para protegerlos.

En una investigación anterior, los científicos analizaron 52 muestras de recipientes de maquillaje del Antiguo Egipto conservados en el Museo del Louvre en París, e identificaron cuatro sustancias diferentes en base a plomo. Dos de ellas, laurionita y fosgenita, no se encuentran en estado natural por lo que debieron ser sintetizadas por “químicos” de la época faraónica. Ciertos récipes de productos medicinales utilizados como colirios o ungüentos reportados por los autores greco-romanos, como Dioscoridos y Plinio (siglo I DC) mencionan la preparación de un compuesto de plomo en cantidad suficiente para su uso por la población, lo que demuestra un grado avanzado en síntesis y tecnología química. Es evidente que dicha producción intencional sigue siendo el primer ejemplo conocido de un proceso químico de gran escala. No es de extrañar que 'kemet', la palabra egipcia que se refirió a la tierra egipcia y a la tierra negra del Valle del Nilo, fue entregada a nosotros a través de los griegos y, luego a los árabes, para acuñarla como 'química'.

Para los antiguos egipcios el maquillaje tenía un sentido holístico, no sólo era decorativo y ornamental, también servía a prácticas mágicas, medicinales, y espirituales. Una práctica muy común en el antiguo Egipto era la de pintarse los ojos. Se conocían dos tipos de maquillaje: Uno era el udju, que se preparaba con malaquita verde del Sinaí y se utilizaba como sombra, y una pintura negra mesdemet, derivada o bien de la galena (sulfuro de plomo), o de la antimonita (sulfuro de antimonio). Hay depósitos de galena alrededor de Asuán y en las costas del mar Rojo. Los beduinos asiáticos acostumbraban a llevarla como tributo a los monarcas egipcios. Todavía hoy se utiliza en Egipto con el mismo propósito bajo el nombre de kohl. Adicionalmente, las egipcias utilizaban color rojo ocre para las mejillas y los labios; hena para las uñas, manos y tinte para el cabello; tatuajes para aumentar los encantos femeninos, desodorantes y perfumes para contrarrestar el olor corporal, y también cremas para tratar arrugas y pecas.

Si bien estos productos de cuidado corporal no estaban disponibles para toda la población, la pintura negra para los ojos era básica tanto para hombres como mujeres. El maquillaje de la cara tenía un valor curativo o profiláctico. La galena es un desinfectante, tiene la propiedad para ahuyentar las moscas, infecciones y protege los ojos del deslumbramiento de manera similar como usan los jugadores de beisbol la pintura negra bajo los ojos. Adicionalmente, estaba asociada con la pureza, era utilizada por los sacerdotes al untar las estatuas de las divinidades durante la ceremonia matutina, y figuraba en las listas de ofrendas junto con los siete óleos sagrados, como prerrequisitos para una vida eterna.

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