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2 de mayo de 2011

Pirámide Roja


La Pirámide Roja, que debe su nombre al color de su paramento, es la tercera pirámide de Egipto por sus dimensiones y la mayor de las situadas en Dahshur, y fue construida por el faraón de la cuarta dinastía Seneferu. Representa la primera tentativa exitosa de pirámide de caras lisas, siendo la construcción más alta del mundo en la época en que fue construida.

La Pirámide Roja no siempre fue de este color. Estaba recubierta con blanca piedra caliza de Tura, pero solamente algunas de estas losas permanecen en una esquina de la base de la pirámide: durante años, la piedra caliza fue usada para los edificios de El Cairo, revelando así el granito rojizo de su estructura interior. Los residentes locales se refieren a la Pirámide Roja como El-haram el-watwat, que significa "la pirámide ciega".

Fue construida durante el reinado del faraón Seneferu para ser su tumba, y está situada a un kilómetro al norte de la pirámide acodada. Se construyó con el mismo ángulo de 43º de la sección superior de la pirámide acodada, lo que le da un aspecto perceptiblemente achatado comparada con otras pirámides egipcias de escala comparable.



Los arqueólogos especulan que la razón de esto puede ser un resultado de las crisis de ingeniería experimentadas durante la construcción de las dos pirámides anteriores de Seneferu. La primera de éstas, la pirámide de Meidum, se derrumbó en la antigüedad, mientras que la segunda, la pirámide acodada, tenía el ángulo de inclinación alterado de 54º a 43º a mitad de su construcción.

Algunos arqueólogos creen que la pirámide de Meidum fue la primera tentativa en la construcción de una pirámide de paredes lisas, y que pudo haberse derrumbado cuando la construcción de la pirámide acodada ya estaba en curso, y que ésta había comenzado ya a dar muestras alarmantes de la misma inestabilidad, según lo evidencian las juntas de construcción y la presencia de una gran viga de madera en su interior. El resultado sería el cambio en la pendiente de las caras de la pirámide acodada, y el comienzo de la pirámide roja con una menor pendiente para ser menos susceptible a la inestabilidad y, por lo tanto, menos susceptible al derrumbe.

El conjunto funerario es muy sencillo y constituye uno de los raros conjuntos privados de pirámide satélite. El Templo Alto, aunque de tamaño modesto, es similar a los de otras pirámides. Fue terminado apresuradamente con adobes, seguramente a raíz de la muerte del faraón. No quedan rastros de la calzada ni del Templo de recepción.


Está construida en piedras rojas procedentes de una cantera local, y fue revestida con caliza blanca de Tura. La base de la pirámide no constituye un cuadrado perfecto sino se alinea hacia el norte. El egiptólogo Andrew Reisner midió las dimensiones: de oeste a este mide 221,50 metros y de norte a sur 218,50 metros. Su altura es de 104,40 metros o sea algo más que su vecina, la pirámide acodada.

El plano es muy similar al de la pirámide de Meidum pero más ambicioso. Además se trata de la única pirámide cuyas cámaras se sitúan enteramente sobre el nivel del suelo. La entrada está en la cara septentrional a aproximadamente 28 metros sobre el suelo. Un pasillo, cuyo ángulo de inclinación es de 27° y la longitud de 62,63 metros, termina en una sección horizontal de 7,40 metros desde la que se accede a dos antecámaras realizadas en piedra caliza y cubiertas con magníficas bóvedas escalonadas sobre dos caras. La segunda, situada exactamente bajo el centro de la pirámide, está provista de una apertura situada en la pared meridional a una altura de 7,60 m que da sobre un corredor de 7 m que conduce a la gran cámara funeraria, también cubierta con una bóveda escalonada sobre dos caras, en piedra caliza. El recubrimiento del suelo de la habitación ha desaparecido debido a las sucesivas excavaciones.

Flinders Petrie descubrió en el siglo XIX fragmentos de hueso humanos y de animales en la segunda antecámara, y los estudios efectuados por el doctor Batrawi en 1950 permitieron detectar rastros de momificación sobre estos huesos.

En la década de 1980 se descubrió un piramidión sin decoraciones ni jeroglíficos en los alrededores de la pirámide. Se trata del más antiguo piramidión que haya llegado hasta nosotros.

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