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3 de mayo de 2011

Maat


Maat, símbolo de la Verdad, la Justicia y la Armonía cósmica; también era representada como diosa, la hija de Ra en la mitología egipcia.

Fundamentalmente, maat es un concepto abstracto de justicia universal, de equilibrio y armonía cósmicos que imperan en el mundo desde su origen y es necesario conservar. Resume la cosmovisión egipcia, similar a la noción de armonía y areté, propia del mundo helénico, o a la idea de virtud, del mundo judeo-cristiano.

La creencia en la maat proviene de muy antiguo en la cultura egipcia, y es un elemento clave de ella, que da sentido a su carácter dualista. Ra, el dios solar, descendía cada anochecer al Inframundo, la Duat, y tras recorrerlo, aparecía de nuevo en el cielo al amanecer del día siguiente. Para que este ciclo diario de regeneración del mundo no se detuviera, Ra debía enfrentarse con éxito, durante su paso por el reino de las Tinieblas, a Apofis, símbolo del Mal representado como una serpiente. Para simbolizar este triunfo de Ra sobre Apofis, es decir, del Bien sobre el Mal, los egipcios representaban el principio de la maat encarnado en una diosa que ayuda a Ra en su lucha.

Maat era para los egipcios la fuerza benefactora de la que se nutrían los dioses a quienes ellos adoraban. Por ello los sacerdotes hacían diariamente ofrendas y rituales de magia con el fin de garantizar su preponderancia, pues de ello dependía el mantenimiento del orden armonioso y justo del mundo.

Maat estaba estrechamente ligado a la figura del faraón, en un sentido religioso y moral. Esta vinculación alcanzó su máximo desarrollo en el Imperio Antiguo, y era frecuente que fuera el rey mismo quien hiciera las ofrendas diarias.

El faraón, como suprema encarnación de la justicia humana y divina, debía encargarse tanto de propiciar el predominio de maat como de obrar por la prosperidad y bienestar de su pueblo. Ambas cosas estaban estrechamente relacionadas, pues eran guiadas por los mismos principios de Orden, Verdad y Justicia.

La bonanza era interpretada como resultado del buen hacer del faraón. Por el contrario, las crisis denotaban una derrota de maat a manos de las fuerzas malignas. Después de la crisis política que sobrevino a la muerte de Pepi II, la fe de los antiguos egipcios entró en crisis, por lo que el concepto de maat fue separado de la funciones del faraón.

Algunas veces se representaba al concepto maat como una deidad más, pero esto parece haber sido por motivos meramente alegóricos, por cuanto la diosa Maat nunca tuvo mayor participación en las sagas mitológicas de los dioses egipcios.

Como diosa, Maat aparece representada como una mujer, de pie o sentada, llevando sobre la cabeza su símbolo, una pluma de avestruz, vertical, portando cetro uas y anj. Tras el reinado de Ajenatón, también fue representada como mujer alada.

El jeroglífico que la representa es una pluma de avestruz, vertical, en perfecto equilibrio y otras variantes. Este símbolo aparece en la representación del Juicio de Osiris, el momento en que se pesaba en una balanza de dos platos el Ib (conciencia) del difunto, en uno se depositaba el corazón del difunto (símbolo de su conciencia) y en el otro aparecía el jeroglífico Maat (símbolo de la armonía y justicia universal). Si aquel pesaba igual que el segundo, el fallecido lograba su estancia eterna en el Más Allá.

Maat, como diosa, fue venerada en Karnak, en su santuario; también tuvo un templo en Menfis, fue venerada en el templo de Deir el-Medina y en muchos templos egipcios dedicados a otros dioses.

Su nombre lo adoptaron impotantes personajes de la historia del Antiguo Egipto, como la reina Hatshepsut (Maatkara Hatshepsut).

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