La pieza, de 105 centímetros de alto y 55cm de ancho, representa a Ramsés II, tercer faraón de la dinastía XIX, engalanado con el símbolo del Ka, que para los antiguos egipcios tenía el significado de la fuerza vital, el poder, el espíritu. Se trata de un ejemplar único, pues solo se conserva otro busto similar -y realizado en madera- con este emblema: el de Hor I, rey de la XIII dinastía, expuesto en la actualidad en el Museo de El Cairo.
"Este descubrimiento arqueológico es uno de los más raros que se han registrado. Se trata de la primera estatua de granito con el símbolo del Ka de la que se tiene constancia", ha destacado Mustafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto. El busto se conserva en bastante buen estado, solo con la zona de la nariz y la boca algo erosionada. En la parte trasera está inscrito con jeroglíficos.
En las mismas excavaciones, los arqueólogos también han sacado a la luz una colección de enormes bloques de granito rojo y piedra caliza grabados con escenas que muestran a Ramsés II durante el ritual religioso Heb Sed, destinado a renovar la fuerza física y la energía sobrenatural del faraón. Según informa el periódico egipcio Ahram, este conjunto podrían pertenecer a un gran templo dedicado a la adoración del dios Ptah, el "señor de la magia".
Artículo: El Español.