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24 de marzo de 2014

Milagros Álvarez: “Ojalá Egipto se estabilice, son muchas las familias que viven de la arqueología”


De Los Llanos de Aridane a la antigua Tebas. Del presente al 1500 antes de Cristo. La pasión por la arqueología de Milagros Álvarez Sosa la lleva a desenvolverse con naturalidad por lugares y tiempos que poco tienen que ver entre sí.

Desde hace diez años trabaja en Egipto, donde hace apenas una semana la misión arqueológica que dirige ha sido noticia en buena parte del mundo merced al hallazgo de una tumba milenaria.

-La Misión Arqueológica Canario-Toscana acaba de descubrir en Luxor la tumba de un alto funcionario que vivió hace más de 3.500 años. Este hallazgo es la parte llamativa de un proyecto internacional, ¿pero podría explicarnos el trabajo que hay detrás de este logro?

“Por un lado, hay que hablar de un buen equipo, fundamental para cumplir los objetivos que nos planteamos al iniciar nuestra primera campaña en la tumba de Min. Por otro, antes de comenzar los trabajos hay meses de investigación. El descubrimiento de la tumba de May fue en parte casual, pero para dar todos los datos posibles sobre la relevancia del hallazgo, hemos vivido días muy duros de estudio en el interior de la tumba”.

-¿Y cómo contextualizaría para alguien que no sea experto este descubrimiento?

“Hablamos de una tumba de la Dinastía XVIII, datada en torno al 1500 a.C. Fue localizada en un área de la necrópolis tebana que en los planos figuraba como vacía. Hemos logrado sacar a la luz a un alto funcionario del rey, llamado May y casado con Neferet, que poseía numerosas responsabilidades, como las de supervisor de los campos, del ganado y de los caballos del rey”.

-¿Cuál es el trabajo que les queda por acometer en la zona?

“Nos introducimos en la nueva tumba desde otra por una apertura que las conecta a través de un túnel. La tumba se halla bajo una montaña de arena y el día que se inicien los trabajos será desde el exterior, para acceder por su entrada principal. También es importante destacar que las zonas que visitamos están llenas de escombros, por lo que la futura excavación puede traernos a la luz más decoraciones en las paredes y pozos que nos lleven a cámaras funerarias”.

-Cuando trascendió este hallazgo, explicó que en buena medida permitirá dar respuesta a cuestiones sobre la arquitectura funeraria y las costumbres de enterramiento de la época. ¿Hay muchas preguntas por resolver?

“Se conocen tumbas del periodo y con el estilo arquitectónico de la de May, pero cada una es un mundo. Algunas han sido reutilizadas durante siglos. Si esta nueva tumba posee elementos originales no podría decirlo, hay que seguir excavando y estudiando para dar datos más concretos”.

-Desde 2004 pasa largas temporadas en Egipto. ¿Cómo es una jornada de trabajo en un yacimiento?

“Trabajamos todos los días menos el viernes, que es de descanso para los musulmanes. Nos levantamos a las seis de la mañana. Hacemos un registro de los trabajadores para ver quiénes están presentes y comenzamos. Cada miembro de la misión tiene sus competencias. A media mañana paramos media hora para desayunar y luego seguimos hasta la una. Por la tarde los especialistas continuamos con tareas de documentación e investigación, ademas de organizar la jornada del día siguiente. A veces las cosas se viran y debemos improvisar. Pasa sobre todo cuando hay un hallazgo que precisa un estudio inmediato o intervenir para su conservación”.

-España, Italia y Egipto se unen en este proyecto. ¿Afecta la crisis en la financiación de iniciativas de estas características?

“Bastante, pero aún así hay gente que invierte en la cultura. Hay crisis en España, en Italia y ya en Egipto ni le cuento. El turismo cayó en picado después de la revolución, y cuando se estaba recuperando, otra crisis política le ha dado un mazazo”.

-¿Y ha condicionado a los trabajos esa revolución política y social?

“En algunas zonas sí, como en el Egipto Medio o en el Delta. Hay yacimientos alejados que no pueden contar con la protección necesaria y puede resultar peligroso estar allí. En estos casos la policía no concede el permiso de trabajo. En otras zonas se puede trabajar perfectamente, como en Luxor. Esperamos que la situación se estabilice, porque son muchas las familias que tienen ingresos gracias a que varios de sus miembros trabajan en el campo de la arqueología”.

-Ustedes brindan una web, www.min-project.com, donde es posible conocer muchos aspectos de esta misión, e incluso seguir el diario de la excavación. ¿Cómo está resultando la experiencia de compartir esta iniciativa con tanta gente de lugares tan diferentes?

“El apoyo y el interés ha sido sensacional. Logramos más de mil visitas en una semana de personas de todo el mundo que se han interesado por este descubrimiento. Todo mi equipo y yo estamos muy contentos de que esta noticia haya dado la vuelta al mundo. ¡La hemos encontrado publicada en casi todas las lenguas! Para difundir nuestro trabajo, la web se encuentra traducida al español, italiano e inglés, y próximamente la haremos en árabe, de forma que podamos tener un publico amplio que pueda leer el diario y disfrutar así de nuestra aventura”.

-Incluso usted se ha convertido en personaje de novela gráfica. Cuéntenos un poco en qué consiste esta otra aventura. ¿Cualquier medio y cualquier edad son válidas para adentrarse en el mundo de la arqueología?

“La arqueología apasiona a muchísima gente, y si bien es verdad que todos no pueden tener esta experiencia, bien sea porque no se han preparado para ello o porque no han encontrado la oportunidad, hoy hay muchos recursos que permiten adentrarte en ella y disfrutarla. El Min Project ofrece la posibilidad de colaborar con la misión arqueológica a través de la compra de una novela gráfica sobre el Egipto Antiguo. Se trata de un proyecto creado para ofrecer al público otra forma de aproximarse y disfrutar de los personajes más apasionantes de este periodo. Mi colega Irene Morfini y yo queríamos crear un nuevo formato de novela sobre el Egipto antiguo, donde fusionar imagen y literatura, historia y ficción, con un estilo gráfico deudor de los storyboard”.

Artículo: Santiago Toste.

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