Según sostiene la Real Academia de la Historia, el templo fue fundado en la Baja Nubia -región atravesada por el río Nilo entre Asuán, enEgipto, y Jartum, en Sudán- 200 años antes de Cristo. El monumento, que fue ordenado construir por el rey kushita Adijalamani de Meroe, estaba dedicado al dios Amón de Debod, «padre de todos los vientos», y a Isis de Filé, «diosa de la maternidad». Posteriormente, fue embellecido y reformado por los faraones de la dinastía ptolemaica.
En el año 30 a. C. Roma conquistó Egipto tras la victoria de Octavio Augusto sobre Marco Antonio y Cleopatra. El emperador Augusto añadió al santuario un «mammisi» o «capilla donde nacen los dioses», y más adelante el Imperio romano continuó la ampliación y renovación del edificio hasta que en el 635 d. C. se puso fin al culto pagano en la Baja Nubia. El templo fue clausurado y abandonado, y Occidente se olvidó de Egipto y de Nubia hasta el siglo XIX. Para entonces, nómadas,cristianos y musulmanes ya habrían pasado por el santuario.
Entre los años 1898 y 1902 se construyó la presa baja de Asuán que sumergía el templo en las aguas del río Nilo durante nueve meses al año. Las inmersiones deterioraron la piedra del santuario, cuyos relieves perdieron sus brillantes colores. Durante medio siglo sólo se pudo visitar el monumento en los meses de verano, cuando emergía de las aguas. Pero el mayor peligro vendría 60 años después, cuando un total de 22 monumentos nubios se vieron amenazados por la construcción de lapresa alta de Asuán (1960-1970), iniciativa de Nasser financiada por la Unión Soviética de Nikita Jrushchov.
Algunos de los santuarios fueron llevados a las orillas del lago, pero cuatro, entre ellos el de Debod, fueron trasladados a otros tantos países que participaron en el plan de la Unesco. Así, el Templo de Taffa se encuentra en la actualidad en el Museo Nacional de Antigüedades de Leiden (Países Bajos), el de Ellesiya en el Museo Egipcio de Turín y el de Dendur en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
El templo de Debod fue el primero en ser rescatado. Como paso previo a su despiece, se realizó una descripción detallada del monumento, del que se tomaron numerosas fotografías y se copiaron sus inscripciones. El Servicio de Antigüedades Egipcias, en colaboración con una misión polaca, desmontó el santuario y trasladó los sillares a la Isla de Elefantina, frente a Asuán. Allí permanecieron una década.
Hoy, el santuario está amenazado de muerte por la contaminación, la humedad y el vandalismo de la capital de España, por lo que Fernando Villalonga, delegado de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, ha planteado cubrirlo de alguna manera para asegurar su supervivencia. El 24 de diciembre de 1970 ABC denunció los males que ya entonces sufría el monumento, «que no habrían ocurrido si este valioso obsequio del Gobierno de la RAU hubiese ido a parar a lugares más idóneos, con climas cálidos: Almería y Elche lo solicitaron antes que Madrid. En una u otra ciudad debió ser reconstruido».
Artículo: Guillermo Llona.