La décima campaña del Proyecto Djehuty se ha centrado en trabajos de excavación y restauración de esta cámara sepulcral de 3.500 años de antigüedad y en excavaciones en la vecina tumba de Hery. ¿Qué es lo que han encontrado?
Se trataba efectivamente de un proyecto de excavación y restauración de un grupo de tumbas en la actual Luxor (antigua Tebas) que comenzamos en enero y que nos ha abierto nuevas vías de estudio de cara al futuro.
Excavamos dentro de la cámara más interna de la tumba de Hery, que vivió en torno al año 1500 a. C. Estaba llena de escombros, tierra y piedras casi hasta el techo. Conseguimos solventar ese problema y pudimos excavar. La sorpresa de este año ha sido encontrar, dentro de esa cámara interna, la entrada a un pozo funerario. Además, realizamos excavaciones en el exterior de las tumbas, en una zona nueva que nos concedió el Servicio de Antigüedades de Egipto como ampliación de nuestra área hace tan solo un par de años. Allí encontramos un deposito de figurillas funerarias del año 1000 a. C.
¿Y qué suponen estos hallazgos de cara a futuras intervenciones?
Este último descubrimiento en el depósito de estatuillas en sí es muy importante. Nos indica que si seguimos explorando hacia abajo, vamos a viajar al pasado a través de una zona que no ha tocado nadie, ningún ladrón ni ningún egiptólogo. Casi todos los hallazgos de esta campaña han estado enfocados a descubrir el potencial que tiene todavía el yacimiento.
Respecto al pozo funerario, ¿qué intuyen que podrán encontrar soterrado?
El pozo funerario es la tumba del individuo. En su momento se habría depositado ahí su ataúd, probablemente el de sus familiares más próximos, y el ajuar funerario que les acompañara. Es decir, vasos con aceites y ungüentos, muebles de la vida cotidiana, puede que un sudario con el Libro de los Muertos. Objetos de la vida diaria y otros con simbología funeraria. Lo que no sabemos es hasta qué punto ha sido reutilizado en épocas posteriores o si ha sufrido saqueos en épocas modernas. Es muy difícil de presagiar.
Respecto a la restauración de las tumbas, ¿está previsto que se puedan visitar después de acabar los trabajos?
La restauración juega un papel importante en el proyecto. Nuestro equipo está integrado por tres restauradores españoles y dos egipcios. Trabajamos desde el principio con la idea de hacer visitables las tumbas al público y creo que será finalmente así. Ya no solo las tumbas de Hery y Djehuty, que son muy interesantes y hermosas, sino también otras muy próximas que ya han sido estudiadas por otros investigadores hace años y que están cerradas al público. En el futuro se podría abrir un conjunto de tumbas de la época, sería verdaderamente llamativo. Lo que está claro es que no será a corto plazo.
¿Qué hace de esta civilización sea tan especial y atractiva?
Hay dos factores fundamentales para el éxito de público que tiene el antiguo Egipto. Por un lado, el clima. La sequedad del terreno y del ambiente ha permitido que se conserven objetos que en otro entorno, como por ejemplo, el de la Península Ibérica, no se mantendrían. Gracias al ambiente seco se conservan las telas, la madera o la pintura. Nuestro equipo encontró incluso hace años 50 ramos de flores secas en perfecto estado.
Por otro lado, la sociedad egipcia era muy desarrollada y muy literaria, guardaba registros de todo e incluso lo escribía en piedra. Esto es lo que ha hecho que perduren no solo inscripciones religiosas en los templos, sino también tratados de paz que se esculpían en piedra y documentos como los papiros que, también gracias a la sequedad, se han conservado. Tenemos papiros matemáticos, astronómicos, textos jurídicos, cartas de un padre a un hijo, cartas de amor… Egipto lo tiene todo desde todos los puntos de vista.
En la anterior campaña abandonaron Luxor por las revueltas. ¿Cómo está la situación política ahora para plantearse volver?
En vilo. Se supone que el gobierno temporal militar está preparando la vía hacia una nueva constitución y unas elecciones, pero todo sigue en suspense. La situación en Egipto es relativamente tranquila y estable, en espera de cómo se desarrollen los acontecimientos y a la vista de cómo transcurran las elecciones que se prevén para finales de verano u otoño. Todos los que conocemos y vivimos en Egipto, esperamos que todo vaya bien. La egipcia es una sociedad madura y tranquila, lo que quieren los ciudadanos es tener prosperidad, pero las transiciones políticas no son sencillas. Nosotros tenemos experiencia en ello y aunque solo recordamos lo bueno de la nuestra y la alabamos, también pasó por momentos complicados.
Artículo: El Libre Pensador.